Zulema Barcons Aresti fue una pintora natural de Buenos Aires que participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1920 en Madrid.
Balbuena San Martín, Manuela
Manuela Balbuena San Martín fue una pintora que participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1890, era discípula de José María Ortiz.
Boter Torrens, Concepción
Concepción Boter Torrens fue una pintora que participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930 celebrada en Madrid.
Ballester, María Gloria
María de la Gloria Ballester fue una pintora que participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1901, era discípula de Pérez Morales.
Brockmann de Llanos, Elena
Elena Brockmann fue una pintora que participó en varias exposiciones nacionales de Bellas Artes entre 1887 y 1895, era discípula de Juan Llanos, de José Benlliure y de Joaquín Sorolla.
Bonheur, Rosa
Rosa Bonheur fue una de las pintoras más famosas del siglo XIX.
Benoit, Marguerite Marie
Marguerite Marie Benoit fue una artista francesa que nació en el siglo XIX.
Borbón, Isabel de
María Isabel Luisa de Borbón, que reinó como Isabel II de España, fue una gran aficionada a la pintura y expuso algunas obras.
Bustillo Salomón, Encarnación
Encarnación Bustillo fue una pintora burgalesa cuya obra se relacionó con el género del bodegón y las naturalezas muertas.
Beaury-Saurel, Amélie
Amélie Beaury-Saurel es una de las pintoras más representativas de la escena artística europea de las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX.
Botet Mundí, Luisa
Luisa Botet Mundí fue una pintora que participó en siete exposiciones nacionales de Bellas Artes entre 1908 y 1926.
Bazo y Cunchillos, Adela
Adela Bazo fue una notable pintora navarra que emigró a Argentina a mediados del siglo XX, participó activamente en la escena artística internacional y logró gran reconocimiento por sus trabajos, en especial por sus paisajes rurales y portuarios, sus retratos y sus naturalezas muertas.
Braganza y Borbón, Isabel María Francisca
Isabel María Francisca de Braganza y Borbón nació en Lisboa, segunda esposa de Fernando VII, fue aficionada a la pintura.
Brunet, Antoinette
Antoinette Brunet fue una pintora francesa dedicada a la miniatura. Trabajó en Lyon y Burdeos y participó en el Salón de París en 1810.
Bartolozzi Sánchez, Francis «Pitti»
Pitti Bartolozzi, Ilustradora, escenógrafa, figurinista, pintora y escritora, pertenece a esa generación de creadoras que bebió de los aires renovadores del Madrid de los años 30.
Baquero y Rosado, Isabel
Isabel Baquero y Rosado
Bañuelos Thorndike, Antonia de
Antonia de Bañuelos desarrolló su trayectoria artística en París y participó en las principales exposiciones celebradas en España y en otros focos internacionales. Especializó gran parte de su producción pictórica en representaciones infantiles y retratos femeninos, logrando galardones en certámenes internacionales y el reconocimiento de la crítica de arte.
Buergo Fernández, Rosario
Rosario Buergo Fernández
Bermejo Álvarez, Pilar
Pilar Bermejo Alvarez
Battifora, Gertrudis
Gertrudis Battifora fue una artista aficionada a las Bellas Artes, que estudió en el Liceo valenciano, donde expuso y participó desde 1839.
Ballester Vilaseca, Manuela
Manuela Ballester estuvo vinculada a la generación valenciana de los treinta. En el exilio, trabajó para diferentes imprentas y talleres gráficos. En 1959 se trasladó a Berlín, donde cultivó no solo las artes plásticas sino también la poesía y el periodismo.
Borges, Norah
Norah Borges fue una pintora e ilustradora de origen argentino que se formó en Europa, donde se nutrió de estéticas expresionistas, modernistas, cubistas y costumbristas. Además de musa para muchos de los autores ultraístas, quienes le dedicaron poemas y textos, se convirtió en la creadora de la imagen plástica de dicho movimiento.
Blanchard, María
María Blanchard se crió en un ambiente burgués y culto que apoyó desde el comienzo su carrera artística. Sus primeras obras se caracterizan por el academicismo plástico, pero se aleja de él durante su primer viaje a París, que le acerca a postulados renovadores. La obra de Blanchard se adhiere rápidamente a las corrientes cubistas pero siempre desde su personal visión, por la que nunca abandona la figuración ni la intensidad en su paleta cromática.