Alba Muñoz, Alejandrina

Alba Muñoz, Alejandrina

Alba Muñoz, Alejandrina

 

Ajofrín, Toledo, 28/11/1837 – ¿Madrid, h. 1911?

Alejandrina Alba Muñoz se dedicó profesionalmente a la fotografía durante la segunda mitad del siglo XIX. Estuvo casada con los fotógrafos José Martínez Sánchez y Juan Astray, en cuyos gabinetes colaboró, y entre ambos matrimonios regentó su propia galería de retratos, firmando sus trabajos con el sello comercial “A. Alba”.

Estudio de José Martínez Sánchez, Alejandra. Muger del fotógrafo José Martínez Sánchez, h. 1865-1860. Colección Castellano (tomo 6), Biblioteca Nacional de España, Madrid.

Alba Muñoz, Alejandrina

Alejandrina Alba Muñoz nació el 28 de noviembre de 1837 en Ajofrín, un pueblo de la provincia de Toledo, en el seno de una familia humilde. Hija de Francisco Alba y de M.ª Pilar Muñoz, tuvo al menos cinco hermanos. Se trasladó a Madrid en torno al año 1860, donde contrajo matrimonio en 1862 con el fotógrafo José Martínez Sánchez (1807-1874) -anteriormente casado con Antonia Barba, que había fallecido alrededor de 1855-, quien regentaba uno de los gabinetes más relevantes de la ciudad, ubicado en la Puerta del Sol n.º 4, en el que probablemente la autora colaborase desde entonces.

Al poco tiempo de casarse, Alejandrina Alba fue objeto de escándalo al protagonizar una serie de noticias en prensa sobre la supuesta tentativa de envenenamiento a su marido y su posterior huida, cuya búsqueda se recoge en el Boletín de Segovia (09-X-1863), donde se la describe como una mujer de “25 años, color blanco, pelo castaño, nariz fina, ojos garzos, estatura regular”. Poco después, El Pensamiento Español (10-X-1863) informaba de que había sido “reducida a prisión la mujer del fotógrafo”, aunque hasta la fecha no se ha localizado documentación oficial sobre el periodo en que habría estado recluida.

En cualquier caso, tras siete años de matrimonio, José Martínez Sánchez abandonó definitivamente el gabinete para trasladarse a Valencia en 1869, momento en que Alejandrina Alba pasaría a ocupar la posición de cabeza de familia en los padrones municipales, hasta que en 1871 Eduardo Blasco -hijo de la hermana de Martínez Sánchez, que vivía con ellos desde 1864- contó con la potestad para figurar como inquilino principal. Cinco años después, su sobrino político también dejó el domicilio, y Alejandrina Alba recuperó la posición de cabeza de familia -desde 1876 y hasta su próximo matrimonio únicamente vivirían con ella su sobrina de 9 años, llamada Matilde, y una criada-. Merece la pena señalar que es precisamente en el padrón municipal del año 1876 en el que Alejandrina Alba se declara oficialmente por primera vez como “fotógrafa”. Durante los años siguientes estas nuevas posibilidades profesionales quedaron reflejadas en los anuarios comerciales, en la prensa y en sus propias obras, en las que incluyó con un sello seco su firma “A. Alba”. Muestra de ello es que entre los meses de enero y febrero de 1878, la autora publicó semanalmente en La Correspondencia de España el siguiente anuncio: “GALERÍA FOTOGRÁFICA DE A. ALBA, Puerta del Sol n.º 4. Se ha encargado de la dirección de este establecimiento uno de los más inteligentes artistas de este ramo. Cuenta además con un reputado pintor dedicado esclusivamente á los trabajos de su especialidad en esta casa. Los precios no tienen competencia. A. Alba, Puerta del Sol, núm. 4.”

En el año 1880 Alejandrina Alba se casó con el fotógrafo Juan Astray y, aunque fue ella quien aportó el gabinete al matrimonio, tras el enlace será el quien figure como titular hasta principios del siglo XX, cambiando incluso la denominación del estudio. Tras enviudar de nuevo en 1908, Alejandrina Alba atravesó ciertos problemas económicos, como revela la querella contra el Ministerio de Hacienda que mantuvo durante varios años con el objetivo de recibir una pensión de viudedad al fallecer Juan Astray. O, más explícitamente, la petición publicada en El Universo (01-VII-1911): “Una limosna por Dios se suplica para doña Alejandrina Alba, viuda de Astray, de setenta años, y sumamente enferma, que carece de todo recurso (Alcalá, 44, guardilla)”. A partir de ese año no hemos localizado ninguna otra referencia a la autora, por lo que aunque no sabemos la fecha con exactitud, probablemente fallecería por aquellas fechas en Madrid.

En cuanto a su producción, la galería de Alejandrina Alba ofertaba retratos de diversos formatos, carte de visite o cabinet, que fueron realizados tanto a la albúmina como a la gelatina, que además ofrecía la opción de iluminar. Formalmente, los retratos localizados presentan unas características estandarizadas, mucho más comerciales, que evidencian el paulatino cambio de notoriedad que parece haber experimentado el antiguo estudio de José Martínez Sánchez.

A lo largo de su vida, Alejandrina Alba se rodeó de numerosos fotógrafos y artistas, que formaban parte del círculo de su primer matrimonio, así como de las esposas de estos, entre las que podemos mencionar la mujer de Enrique Godínez, a Sebastiana Vaca, mujer de Eusebio Juliá, o a Fernanda Pascual, mujer de Antonio García, ayudante de fotógrafo del Infante Sebastián, mujeres todas ellas que también colaboraron en sus respectivos negocios familiares. Además, como afirma Stéphany Onfray, Alejandrina Alba puede ser considerada “una de las primeras españolas en emplear la fotografía no solo como un medio para contrarrestar la ausencia de marido, o adquirir una independencia económica y profesional especialmente rara en la época, sino también como medio de expresión personal, especialmente apropiado para plasmar sus ambiciones más íntimas”. Y es que en la Biblioteca Nacional se conserva una notable colección de retratos de la autora, en diversas poses y escenografías, que reflejan la complicidad existente entre Alejandrina Alba y la cámara fotográfica, que permiten relacionarlos con prácticas similares llevadas a cabo por figuras renombradas como la emperatriz Eugenia de Montijo, la Condesa de Castiglione o Hannah Cullwick.

MAE, Blanca Torralba Gállego, enero 2024, DOI: 10.26754/mae1803_1945

LÓPEZ BERISO, M., “Alejandrina Alba (1837- ca.1910): de ‘puta pública’ a fotógrafa entre maridos”, en el Congreso Un siglo de estrellas fugaces, Madrid, Museo del Prado, 2021.

LÓPEZ BERISO, M., Un lugar en la historia de la fotografía para José Martínez Sánchez (1807-1874), tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 2019.

ONFRAY, S., Mujeres y fotografía en el siglo XIX español. El ejemplo madrileño de la Colección Castellano (1850-1870), Tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 2022.

RODRÍGUEZ MOLINA, M.ª J. y SANCHIS ALFONSO, J. R., Directorio de fotógrafos en España (1851-1936), Valencia, Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia, 2013, vol. II, p. 491 y p. 556.

 

Boletín Oficial de la Provincia de Segovia (Segovia, 09-X-1863), p. 2.

El Clamor Público (Madrid, 07-X-1863), p.3

El Contemporáneo (Madrid, 08-X-1863), pp. 3-4.

El Imparcial (Madrid, 30-X-1879), p. 6.

El Imparcial (Madrid, 13-I-1911), p. 1.

El Universo (Madrid, 01-VII-1911), p. 3.

El Pensamiento Español (Madrid, 10-X-1863), p. 4.

Padrón Municipal de Madrid, 1866.

Padrón Municipal de Madrid, 1876.

 

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Fritz, Madama

Fritz, Madama

Madama Fritz (Marie Agnes Anastasie Clemandot)

 

Le Puy-en-Velay, Francia, 14/03/1807 – París, 29/05/1876

Marie Agnés Anastasie Clemandot, más conocida como Madama Fritz, fue una de las primeras daguerrotipistas que recorrieron la península ibérica, que además destaca por tener una presencia relevante y continuada en comparación con otras autoras coetáneas. Fotógrafa e iluminadora itinerante, entre los años 1843 y 1846 la localizamos en Barcelona, Madrid, Valencia, Córdoba, Cádiz, Lisboa, Toledo, Reus y Zaragoza..

Etiqueta colocada en la parte posterior de un retrato al daguerrotipo, h. 1843-1845. Colección Jordi Barón.

Madama Fritz

Marie Agnés Anastasie Clemandot, más conocida como Madama Fritz, fue una de las primeras daguerrotipistas que recorrieron el país. Hasta fechas recientes era uno de los personajes más enigmáticos de los primeros años de la historia de la fotografía en España, de hecho no conocíamos ni su nombre, pero gracias las investigaciones de María de los Santos García Felguera y de Jep Martí puede establecerse el itinerario que siguió durante su estancia en la península ibérica a mediados de los años cuarenta del siglo XIX.

Marie Agnés Anastasie Clemandot nació el 14 de marzo de 1807 en la Rue de collège, n.º 164, de Le Puy-en-Velay, en el alto Loira, en el seno de una familia de libreros. El 10 de noviembre de 1829 se casó en dicha localidad con Friedrich Trachsler (Zurich, 1805 – Nauplia, 1835), antiguo teniente divisionario del regimiento suizo en el ejército francés y vinculado a una notable saga familiar de grabadores e impresores de Zurich. Como señala María de los Santos García Felguera, antes de contraer matrimonio, Marie Agnés Anastasie Clemandot y Friedrich Trachsler firmaron unas capitulaciones en las que ella aseguraba su futuro, garantizándose el mantenimiento de sus bienes, y estableciendo que, a la muerte de uno de ellos, al otro le correspondería el usufructo de todos los bienes.

Entre los años 1830 y 1834, Friedrich Trachsler regentó un negocio de venta de objetos artísticos y de papelería –libros, grabados y estampas, entre otros–, en el que es probable que Marie Agnés Anastasie Clemandot colaborase o incluso se hiciese cargo del mismo, a pesar de que desde el año 1832, apenas tres años después de casarse, figura ya como divorciada. Aún así, ella siguió manteniendo el apellido Trachsler, como sucedía con frecuencia. Al menos desde el año 1834 Friedrich Trachsler estuvo combatiendo en Grecia, apoyando al ejército alemán, y falleció en la ciudad de Nauplia en el año 1835.

Por su parte, en 1837 localizamos a Marie Agnés Anastasie Clemandot en París, al frente de una tienda de cintas en la calle Saint Denis –ubicada en una de las zonas comerciales más importantes de la ciudad–, en sociedad con otra mujer, la viuda de Grandouilliez, tal y como se anunciaron en los almanaques parisinos. Pero el negocio no debió tener demasiado éxito ya que apenas un año después aparecieron en la prensa noticias con concursos de acreedores. Como apunta María de los Santos García Felguera, la autora pudo aprender a manejar la cámara en la capital francesa, ya que la zona donde tuvo la tienda era un barrio comercial muy activo, con numerosos espectáculos ópticos.

Como documenta Stéphany Onfray, la primera vez que Madama Fritz aparece anunciando su actividad como daguerrotipista es en la localidad francesa de Perpignan en diciembre de 1842. Según informa en el Journal des Pyrénées Orientales (31-XII-1842) se alojaba en el hotel de Luxemburgo, y se ofrecía también a transportar su Daguerreotipo a la vivienda de los clientes que así lo deseasen siempre que le asegurasen “cuatro retratos a ejecutar”. Además, merece la pena señalar que, ya en 1842, la autora vendía cámaras así como los productos necesarios para realizar daguerrotipos y se ofrecía a formar a los interesados.

La siguiente noticia localizada sobre Marie Agnés Anastasie Clemandot es la que se publicó en El Imparcial el 10 de mayo de 1843, que la ubicaba ya trabajando en Barcelona, en la Fonda de Oriente. En dicho anuncio la autora proporcionaba la siguiente información: “Madama Fritz, que acaba de llegar a esta ciudad procedente de Francia, avisa al público que hara retratos con colores y de varios tamaños bajo el nuevo sistema de daguerreotipo a precios regulares. Vive dicha madama en la Fonda de Oriente, número 50, donde se hallará de 8 á 12 de la mañana y de 2 á 6 de la tarde”. Apenas unas semanas después, en el mismo periódico, el día 1 de junio Madama Fritz publicó otro aviso solicitando un –o una– ayudante: “La retratista al daguerreotipo que vive en la fonda de Oriente, necesita una persona que sepa hablar algo el francés y que sea apta para ayudarla á limpiar y pulimentar las planchas, que sirven para sacar los retratos”.

Apenas unos meses después, en octubre del mismo año, Madama Fritz se encontraba en Madrid, tal y como notificó en el Diario de Madrid, en el que incluyó un anuncio que recoge ya la información básica que publicaría a través de la prensa local en la mayoría de las poblaciones españolas y portuguesas que recorrió entre los años 1843 y 1846:

«Madama Fritz, artista recien llegada de París, donde acaba de adquirir todos los medios que constituyen las mejoras últimamente introducidas en el DAGUERREOTIPO, se ha establecido en esta capital, calle de Jacometrezo, núm. 8, cuarto segundo: hace los retratos de todas dimensiones, desde la sesta parte del natural hasta á las mas pequeñas dimensiones, para colocarse en alfileres y sortijas en breve tiempo, con una delicadeza y nitidez desconocidas hasta ahora, y los ilumina tambien, dando estremado realce á la semejanza con el colorido de las carnes y el trage: precio de cada retrato,50 rs. vellon en negro y 70 en colores».

A principios de marzo de 1844 Madama Fritz se anunció en el Boletín Oficial de la Provincia de Toledo, donde además de los habituales servicios de retrato al daguerrotipo, informaba de que también vendía productos relacionados con la barbería y la cirugía: “dicha señora tiene un depósito de los cueros químicos y elásticos de los mas perfeccionados para navajas de afeitar, cortaplumas y toda clase de instrumentos cortantes de cirugía, y todo a precios muy equitativos”. El 30 de marzo de aquel año, la autora se encontraba en Córdoba, donde anunciaba desde el inicio una estancia breve, y apenas un mes después, el 7 de mayo, estaba ya en Cádiz, donde tampoco residiría mucho tiempo. De hecho, el 8 de junio, comunicaba su presencia en Lisboa en los periódicos A Revolução de Septembro O Tribuno.

Unos meses después, el 5 de noviembre, se anunciaba en Valencia –en la calle Torno de San Gregorio, 9, tercer piso–, localidad en la que volvió a publicitarse, como una daguerrotipista “conocida ya en esta ciudad”, en abril del año siguiente, esta vez en la Fonda del Cid. Apenas tres semanas después, a comienzos de mayo de 1845, Madama Fritz se anunciaba en la ciudad de Reus manifestando “la aceptación que han tenido sus obras en toda España y Portugal”, cuya presencia constituyó, según Albert Arnavat, la primera experiencia de fotografía comercial en la localidad. El 21 de mayo volvemos a encontrar su nombre en la prensa valenciana, donde parece que permaneció hasta principios de junio, cuando se trasladaría de nuevo a Barcelona. Gracias al trabajo de Jep Martí –que localizó una instancia conservada en el Archivo Municipal de Barcelona, un documento fundamental ya que fue el que aportó el apellido de la autora–, sabemos que el 23 de junio de 1845 Madama Fritz pidió un permiso para colocar un rótulo de letras azules sobre fondo amarillo en el balcón del lugar donde trabajaba, en el tercer piso del número 15 de la calle de la Rambla, en el que se leyese “Retratos al Daguerrotipo”; firmó la instancia como “Vda. Trachsler Fritz”. El hecho de que en esta ocasión ya no residiese en una fonda, como hizo en la mayoría de ciudades –donde trabajaba en la azotea de las mismas para lograr una adecuada iluminación–, así como que solicitase colocar el rótulo anunciador, denotaría la intención de permanecer en Barcelona durante un periodo más largo de lo habitual. Además, María de los Santos García Felguera defiende la hipótesis de que la autora es la misma “señora de nación francesa” que según informaba el Diario de Barcelona el 3 de junio de 1845, acababa de realizar un daguerrotipo del retrato de Isabel II que había pintado Espalter, lo que la situaría en la ciudad condal ya a comienzos del mes.

A principios de septiembre Madama Fritz volvía a anunciarse en la prensa de la localidad, aludiendo a una breve ausencia en dicha capital durante la cual no sabemos quién se haría cargo de su estudio. En cualquier caso, casi un año después, localizamos a la autora en una nueva localidad, en Zaragoza, donde según la información que publicó en el Diario de Zaragoza residiría entre el 4 y el 25 de agosto.

Respecto a las características de su producción, hay que señalar que Madama Fritz ofrecía daguerrotipos de tamaño ligeramente más reducido de lo habitual, desde un 1/6 de placa (en torno a 7,5 x 6 cm) hasta la miniatura, ya que utilizaba una cámara de pequeño formato –como hizo también doña María Pilar, que trabajó en Murcia en el año 1849–, con la que conseguiría aliviar el peso del equipo y favorecería reducir el tiempo de exposición. En cuanto a su obra, hasta hace apenas unos años no se conocía ninguna pieza realizada por Madama Fritz. Afortunadamente el coleccionista Jordi Barón adquirió y dio a conocer una magnífica pareja de daguerrotipos, que representan a un hombre y a una mujer –probablemente madre e hijo–, que constituyen un notable alarde técnico pese a lo rudimentario de los medios, y se caracterizan por la riqueza de detalles que presentan. Aunque no están firmados, dichos retratos pueden atribuirse a Madama Fritz gracias a que uno de ellos conserva una etiqueta en la parte posterior en la que se lee un texto muy similar al que utilizaba la autora en sus anuncios en prensa seguido de la frase “los hace una señora que vive” que queda incompleta, ya que, como era habitual, estaban preparadas para escribir a mano la ubicación y adecuar así la etiqueta a cada una de las ciudades en las que trabajase.

Como ha documentado María de los Santos García Felguera, Madama Fritz falleció el 29 de mayo de 1876 en París, donde vivía en la Avenida d’Eylau, n.º 97 (actualmente Avenida Víctor Hugo), en una zona elegante de la capital francesa, en la que además figura en la documentación como “propietaria”, por lo que probablemente tendría una situación económica relativamente desahogada. Tras su fallecimiento, la autora fue enterrada en el cementerio de Batignolles.

MAE, Blanca Torralba Gállego, enero 2024, DOI: 10.26754/mae1803_1945

 

ARANAVAT, A., “Los orígenes de la fotografía en la segunda ciudad de Cataluña: Reus, 1839-1903”, Ecos de la Academia: Revista de la Facultad de Educación Ciencia y Tecnología, vol. 2, n.º 4, 2016, pp. 13-31.

CANCER MATINERO, J. R., Retratistas fotógrafos en Valencia (1840-1900), Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 2006.

GARCÍA FELGUERA, Mª de los S., “Algo más que un ‘trabajito’ para las mujeres: la señora Fritz y las primeras fotógrafas en España”, en Un siglo de estrellas fugaces. El lugar de las mujeres en el Sistema de Arte español en el siglo XIX: cuestiones sobre ideología, escenarios y carreras profesionales, Madrid, Museo del Prado, 24 de febrero de 2021.

GARCÍA FELGUERA, Mª de los S., “¿Por qué viajaron a España las fotógrafas? I (1842-1914)”, en Lomba, C., Alba, E., Castán, A. y M. Illán (eds.), Las mujeres en el sistema artístico, 1804-1939, Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2022, pp. 193-212.

GARCÍA FELGUERA, Mª de los S., “«Una pandilla de locas». Mujeres daguerrotipistas en Cataluña”, María de Pfaff Puigmartí (coord.), La mirada cautiva, Barcelona, Fundación Mapfre, 2021, pp. 39-42.

GONZÁLEZ PÉREZ, A. J., Andaluzas tras la cámara. Fotógrafas en Andalucía 1844-1939, Almería, Junta de Andalucía, 2021.

HUGUET CHANZÁ, J., “Origen, evolución y desarrollo de la fotografía valenciana”, en Memoria de la Luz: fotografía en la comunidad valenciana (1839-1939), Valencia, Generalitat Valenciana, 1992, pp. 17-5.

MARTÍ, J., El viatge per Espanya i Portugal de la daguerreotipista Madama Fritz (1843-1845). Noves dades, (18-V-2021), https://lalbumdeljep.wordpress.com/2021/05/18/el-viatge-per-espanya-i-portugal-de-la-daguerreotipista-madama-fritz-1843-1845-noves-dades/

MARTÍ, J., “MADAMA FRITZ A SARAGOSSA (1846)”, publicado en Facebook (19-10-2021).

ONFRAY, S., “De París a Madrid. Mujer y fotografía en tiempos de afrancesamiento cultural (1850-1870)”, en Estudios de historia de España, vol. 22, nº 2, 2020, pp. 141-159.

ONFRAY, S., Mujeres y fotografía en el siglo XIX español. El ejemplo madrileño de la Colección Castellano (1850-1870), Tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 2022.

A Revolução de Septembro (Lisboa, 08-VI-1844), p. 4.

A Revolução de Septembro (Lisboa, 16-VI-1844), p. 4.

Boletín Oficial de la Provincia de Córdoba (Córdoba, 30-III-1844).

Boletín Oficial de la Provincia de Córdoba (Córdoba, 01-IV-1844).

Boletín Oficial de la Provincia de Córdoba (Córdoba, 11-IV-1844).

Boletín Oficial de la Provincia de Toledo (Toledo, 02-III-1844).

Diario de Avisos de Madrid (Madrid, 23-II-1844), p. 3.

Diario de Barcelona (Barcelona, 03-VI-1845), p. 2115.

Diario de Madrid (Madrid, 02-X-1843), p. 3.

Diario de Reus (Reus, 02-V-1845).

Diario de Reus (Reus, 14-V-1845).

Diario de Zaragoza (Zaragoza, 04-VIII-1846).

Diario Mercantil de Valencia (Valencia, 05-XI-1844).

Diario Mercantil de Valencia (Valencia, 09-IV-1845).

Diario Mercantil de Valencia (Valencia, 21-V-1845).

El Comercio (Cádiz, 09-V-1844).

El Comercio (Cádiz, 12-V-1844).

El Fomento (Barcelona, 24-VI-1845), p. 4.

El Fomento (Barcelona, 02-IX-1845), p. 4.

El Imparcial (Barcelona, 10-V-1843), p. 4.

El Imparcial (Barcelona, 01-VI-1843), p. 4.

El nuevo avisador (Madrid, 03-X-1843).

Journal des Pyrénées Orientales (Perpignan, 31-XII-1842)

O Periodico dos Pobres (Lisboa, 28-VI-1844), p. 252.

O Tribuno (Lisboa, 08-VI-1844), p. 4.

O Tribuno (Lisboa, 15-VI-1844), p. 4.

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Mayol Bazo, Joaquina (Viuda de Lorichon)

Mayol Bazo, Joaquina (Viuda de Lorichon)

Mayol Bazo, Joaquina

(Viuda de Lorichon)

 

Málaga, 14/06/1830 – 22/11/1915

Joaquina Mayol Bazo fue una fotógrafa profesional que trabajó en Málaga a mediados del siglo XIX. Tras enviudar en 1859, regentó el estudio que había dirigido su marido al menos hasta 1865, utilizando los nombres comerciales de Viuda de Lorichon o Madama Lorichon. Durante aquellos años, compaginó el trabajo de gabinete con la práctica itinerante, especializándose en la realización de retratos, fundamentalmente en formato carte de visite, un género con el que alcanzó notable éxito.

Dorso de una carte de visite realizada por Joaquina Mayol, h. 1860-1864. Colección Fernández Rivero.

Mayol Bazo, Joaquina (Viuda de Lorichon)

Joaquina Mayol Bazo -en ocasiones escritos Mayor o Baro- nació en Málaga el 14 de junio de 1830. Era hija de Andrés Mayol, dedicado a trabajos vinculados a la asistencia sanitaria, y de Isabel Joaquina Bazo, que vivían en la calle Santa Ana. El 23 de septiembre de 1855 contrajo matrimonio con Eugenio Lorichon Morelle (Bruselas, 1826 – Málaga, 1859), hijo del célebre Enrique Lorichon, importante pionero de la fotografía en España, con quien había recorrido ciudades como Barcelona, Madrid o Cádiz antes de establecerse en Málaga en el año 1853. Localidad en la que abrió una galería de retrato, en la calle San Juan de Dios, n.º 14, de la que se hizo cargo Eugenio Lorichon desde mediados de los cincuenta, mientras su padre continuó viajando por la península. El 6 de febrero de 1857 nació su hija, a la que bautizaron en la parroquia del Sagrario con los nombres de María Dolores Joaquina Eugenia Dorotea, pero que, tal y como apuntan Juan Antonio Fernández Rivero y Teresa García Ballesteros, debió fallecer a los pocos meses.

En 1858 trasladaron el estudio a una nueva ubicación, en la calle Calderería, n.º 5, y, apenas un año después, Eugenio Lorichon falleció el 14 de septiembre de 1859 a causa de la tuberculosis que padecía desde hacía tiempo. Tras enviudar, Joaquina Mayol se hizo cargo del establecimiento, con la ayuda de Enrique Lorichon durante los primeros meses y después ya en solitario, anunciando su actividad en El Avisador Malagueño (05-VIII-1860): «Retratos fotográficos por Joaquina Mayor de Lorichon. Se hacen con la perfección de siempre y a precios arregladísimos, sobre papel, marfil, hule, cristal y estereóscopo. Calle Calderería, num. 5, cerca del correo, a todas horas y en todo tiempo».

Regentó el gabinete malagueño al menos hasta 1865, utilizando los nombres comerciales de Viuda de Lorichon o Madama Lorichon. Se especializó en la realización de retratos, fundamentalmente en formato carte de visite, un género con el que alcanzó notable éxito. Merece la pena señalar que la calidad de sus trabajos se vio reconocida con la medalla de bronce en la sección de Bellas Artes que recibió en la Exposición Provincial de Industria y Bellas Artes que organizó la Asociación de Amigos del País de Málaga en 1862.

Durante aquellos años, Joaquina Mayol compaginó el trabajo de gabinete con la práctica itinerante, tal y como evidencian varias cartes de visite cuyos reversos firmó de manera manuscrita indicando, además, el lugar de realización de la fotografía, en este caso la localidad malagueña de Ronda y el municipio almeriense de Cuevas de Almanzora. Asimismo, se conserva también algún ejemplar en el que en el reverso impreso figura únicamente el nombre “Photographie de MADme. Vve. Lorichon”, un modelo preparado probablemente para poder utilizar en cualquier lugar, sin mencionar una dirección explícita.

En enero de 1865, Joaquina Mayol traspasó el gabinete al fotógrafo Edmundo Mouchord -o Mulchor-, de origen francés, que apenas un año después lo transfirió al malagueño Joaquín Sánchez. En relación con el abandono de la profesión por parte de la fotógrafa con apenas 35 años, Juan Antonio Fernández Rivero y Teresa García Ballesteros plantean la hipótesis de que esta estuviese motivada por la oposición familiar a que Joaquina Mayol, siendo una mujer de clase acomodada, perteneciente a la burguesía malagueña, ejerciese un oficio.

Durante los años siguientes, Joaquina Mayol vivió en distintos domicilios, sola o acompañada de alguna sirvienta, y participó en numerosas actividades de carácter social. En 1903 figura como miembro de la Sociedad Propagandista del Clima de Málaga, fue dama de la Cruz Roja en la ciudad y quinta vicepresidenta de la Junta Auxiliar de Damas, y participó en donaciones navideñas destinadas a los niños de las Escuelas Públicas de Málaga.

El día 22 de noviembre de 1915 falleció Joaquina Mayol y fue enterrada en el cementerio de San Miguel. 

MAE, Blanca Torralba Gállego, enero 2024, DOI: 10.26754/mae1803_1945

– 1862. Málaga, Exposición Provincial de Industria y Bellas Artes (organizada por la Asociación de Amigos del País de Málaga).

FERNÁNDEZ BOLEA, E., Relatos fotográficos de Almería en el siglo XIX. Luces en la historia, Cuevas de Almanzora, Arráez Editores, 2018, pp. 79-80.

FERNÁNDEZ RIVERO, J. A., Historia de la fotografía en Málaga durante el siglo XIX, Málaga, Universidad de Málaga-Editorial Miramar, 1994, p. 43.

FERNÁNDEZ RIVERO, J. A. y GARCÍA BALLESTEROS, T., “Joaquina Mayol Bazo, fotógrafa con nombre propio”, en el blog CFRivero (12-IV-2023), https://cfrivero.blog/2023/04/12/joaquina-mayol-bazo-fotografa-con-nombre-propio/ (consulta: 01/05/2024).

FERNÁNDEZ RIVERO, J. A. y GARCÍA BALLESTEROS, T., “Tras los pasos de Lorichon”, en el blog CFRivero (07-I-2015), https://cfrivero.blog/2015/01/07/tras-los-pasos-de-lorichon/ (consulta: 01/05/2024).

GONZÁLEZ PÉREZ, A. J., Andaluzas tras la cámara. Fotógrafas en Andalucía 1844-1939, Sevilla, Junta de Andalucía, 2020, pp. 68-73.

RODRÍGUEZ MOLINA, M.ª J. y SANCHIS ALFONSO, J. R., Directorio de fotógrafos en España (1851-1936), Valencia, Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia, 2013, vol. I, p. 135.

 

El Avisador Malagueño (Málaga, 11-II-1858).

El Avisador Malagueño (Málaga, 05-VIII-1860).

El Avisador Malagueño (Málaga, 11-VIII-1860).

El Popular (Málaga, 23-XI-1915).

El Indicador de España y de sus posesiones ultramarinas, o sea Inscripción general de todas las clases comprendidas en el Subsidio Industrial y de Comercio, las de la Magistratura y Administración y las casas extranjeras [sic] que faciliten antecedentes al efecto. Almanaque de más de 300.000 direcciones por Viñas y Campi, año económico de 1864 a 1865. (Primero de su publicación). Redacción y administración Palacio de Centellas, Bajada de San Miguel, número, 4, Barcelona, Barcelona, Imprenta de Narciso Ramírez, 1864.

Sociedad Económica de Amigos del País de Málaga. Acta de la sesión pública de adjudicación de premios celebrada el 19 de Julio de 1863, Málaga, Imprenta del Correo de Andalucía, p. 32.

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Jarque Soro, Carmen

Jarque Soro, Carmen

Jarque Soro, Carmen

(Viuda de Cepero)

 

Zaragoza, h. 1885 – 1965

Carmen Jarque Soro, casada con el fotógrafo Lucas Cepero, se hizo cargo del estudio que había dirigido su marido en Zaragoza tras enviudar en 1924. Entre 1926 y 1936 publicitó la actividad del gabinete en los anuarios comerciales, utilizando el nombre Viuda de Lucas Cepero. Además, durante aquellos años sus fotografías ilustraron reportajes tanto en la prensa local como en revistas nacionales como Estampa.

Lucas Cepero, Montaje y autorretrato con su esposa Carmen Jarque Soro, 1915. Publicada en CASTRO, A., “Lucas Cepero, vida, amor y muerte de un fotógrafo asesinado en Zaragoza en 1924”, Heraldo de Aragón (Zaragoza, 06-02-2024).

Jarque Soro, Carmen (Viuda de Cepero)

María Carmen Jarque Soro nació en Zaragoza alrededor de 1885. Se casó con el fotógrafo Lucas Cepero Bordetas (1881-1924), con quien residió en el domicilio ubicado en la calle Méndez Núñez, n.º 35-37, de la capital aragonesa y con quien probablemente aprendería el oficio. Lucas Cepero fue retratista y fotorreportero -cuyas obras se publicaron en algunas de las revistas más prestigiosas del momento, como La Esfera o Blanco y Negro-, así como redactor gráfico del diario Heraldo de Aragón. Tal y como relató dicho periódico en un artículo titulado “El fotógrafo señor Cepero muere víctima de una agresión”, el fotógrafo fue asesinado a la salida de un acto organizado por la Asociación de Prensa en el Teatro Principal el 12 de noviembre de 1924.

Tras enviudar, Carmen Jarque se hizo cargo del estudio fotográfico que había dirigido su marido, ubicado en la céntrica calle Don Jaime I, n.º 44, de Zaragoza, con la colaboración de los dependientes, de Manuel Coyne como retocador y de su sobrino César Gracia Jarque, que había comenzado como aprendiz en 1918 y unos años después se independizó profesionalmente. Entre los años 1926 y 1936, publicitó la actividad del gabinete, situado a partir de 1934 en el Paseo de la Independencia, n.º 13, en los anuarios comerciales, utilizando el nombre Viuda de Lucas Cepero. Además, en el correspondiente a 1927, incluyó el siguiente anuncio: “GRAN FOTOGRAFÍA VIUDA DE CEPERO. FOTÓGRAFO DE LA REAL CASA. Don Jaime I, núm. 44, planta baja. ZARAGOZA. Teléfono, núm. 15-45. TODA CLASE DE TRABAJOS RELACIONADOS CON LA FOTOGRAFÍA”.

Durante aquellos años, las fotografías del estudio de la Viuda de Cepero siguieron publicándose tanto en la prensa local como en revistas nacionales como Estampa, en cuyo número 104, publicado en enero de 1930, se reprodujo el retrato de “la primera abogado de Aragón” realizado por la autora, ocupando la portada. Unos años más tarde, a comienzos de 1934, La Voz de Aragón (Zaragoza, 28-II-1934) publicaba un artículo titulado “El Paseo de la Independencia, que es antiguo y es moderno…”, en el que se reseñaban algunos de los principales comercios del paseo. Entre ellos, la Fotografía de la Viuda de Cepero, a la que le dedicaron las siguientes palabras:

«FOTO ‘CEPERO’. Al llegar al número 13 del Paseo de la Independencia nos quedamos contemplando unas elegantes vitrinas que son objeto de la diaria admiración del público. Vemos en ellas unas fotografías artísticas de personas conocidas en la ciudad, ampliaciones de bodas y carnets para kilométricos que ponen de manifiesto la importancia que en toda clase de trabajos tiene esta Casa, que sostiene con gran prestigio el nombre de ‘CEPERO’, que es una garantía.

Subimos al nuevo estudio que, con arreglo a los últimos adelantos, ha instalado la señora viuda de CEPERO, consiguiendo competir en precios y en calidad de trabajo con las más importantes casas del ramo, ejecutando, al propio tiempo, los trabajos artísticos que tanto renombre le dieron.

En los retratos de comunión ha sabido hacerse indispensabe la CASA CEPERO, que hace verdaderas obras de arte.

Por ello recomendamos a nuestros lectores que cuando necesiten una foto, tanto artística como económica, lo mismo que para carnets, se dirijan al importante estudio que tiene establecido en Paseo de la Independencia, 13, la viuda de Cepero».

MAE, Blanca Torralba Gállego, febrero 2024, DOI: 10.26754/mae1803_1945

AGUSTÍN LACRUZ, Mª C. y TOMÁS ESTEBAN, S., “Las primeras mujeres fotógrafas en Aragón: pioneras y modernas”, Revista General de Información y Documentación, 28(2), 2018, pp. 621-658.

ESPA, V., “Josefa Farina. Una mirada diletante”, en Huesca Imagen, Huesca / Zaragoza, Diputación de Huesca / Ibercaja, pp. 90-103.

HERNÁNDEZ LATAS, J. A., “Lucas Cepero Bordetas (1881-1924). I. Muerte de un fotógrafo”, Rolde: Revista de cultura aragonesa, 145-147, 2013, pp. 4-19.

HERNÁNDEZ LATAS, J. A., “Lucas Cepero Bordetas (1881-1924). II. Del arte fotográfico al fotorreportaje”, Rolde: Revista de cultura aragonesa, 151, 2014, pp. 4-29.

RODRÍGUEZ MOLINA, M.ª J. y SANCHIS ALFONSO, J. R., Directorio de fotógrafos en España (1851-1936), Valencia, Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia, 2013, vol. I, p. 183.

SÁNCHEZ VIGIL, J. M., Del daguerrotipo a la Instamatic. Autores, tendencias, instituciones, Gijón, Ediciones Trea, 2007, pp. 131-132.

CASTRO, A., “Lucas Cepero, vida, amor y muerte de un fotógrafo asesinado en Zaragoza en 1924”, Heraldo de Aragón (Zaragoza, 06-02-2024), online: https://www.heraldo.es/noticias/ocio-y-cultura/2024/02/04/lucas-cepero-vida-amor-y-muerte-de-un-fotografo-asesinado-en-zaragoza-en-1924-1708426.html

 

 

Censo de fotógrafos de la Cámara de Comercio de Zaragoza, 1931. 

“El fotógrafo señor Cepero muere víctima de una agresión”, Heraldo de Aragón (Zaragoza, 13-XI-1924).

Estampa (Madrid, 07-I-1930).

La Voz de Aragón (Zaragoza, 18-VII-1929), p. 3.

La Voz de Aragón (Zaragoza, 28-II-1934), p. 13.

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Insua López, Celia

Insua López, Celia

Insua López, Celia

 

Viveiro, Lugo, 11/09/1873 – 01/05/1907

 

 

Celia Insua López se dedicó profesionalmente a la fotografía durante casi dos décadas, primero con su hermano mayor Laurencio Insua, posteriormente once años en solitario al frente de un gabinete a su nombre, y por último junto a su hermano pequeño José Insua bajo el nombre comercial “J. y C. Insua”.

Anuncio del Gabinete Fotográfico de Celia Insua López publicado en El Vivariense (Vivero, 29/11/1893).

Insua López, Celia

María Celia Insua López nació el día 11 de septiembre de 1873 en la casa familiar ubicada en el barrio de Santiago de Viveiro, un municipio de la provincia de Lugo. Era hija de Juan Antonio Insua Dorado, que fue un maestro ebanista reconocido en la localidad por su implicación en cuestiones sociales -presidió la Sociedad de Obreros y promovió iniciativas educativas y culturales-, y de Antonia López Ponte, ama de casa, quienes tuvieron otros cuatro hijos: Laureano, Cándido, José y Dolores Insua López. Tanto Celia Insua como sus hermanos Laureano y José -y posteriormente el hijo de este, Emilio Insua Polo- se dedicaron a la fotografía.

Laureano Insua, siguiendo su vocación artística, inauguró en el año 1888 su establecimiento fotográfico en la Casa Teatro da Porta da Vila, “Caixón dos Figos”, al que se incorporó también Celia Insua, que contaba entonces con apenas quince años, donde aprendió el oficio. Tras el prematuro fallecimiento de su hermano en agosto de 1891, la autora continuó en solitario al frente del gabinete durante los siguientes once años. Tras perfeccionar su formación en A Coruña junto a un fotógrafo experimentado, la autora anunciaba en la prensa la actividad del “Gabinete fotográfico de Celia Insua” en la El Vivariense (06-XI-1892). Precisamente la información recogida en los semanarios locales, El Vivariense y El Eco de Vivero, es la que permite aproximarnos a la trayectoria del establecimiento. En ellos, Celia Insua utilizaba las fórmulas básicas empleadas por sus compañeros de profesión para atraer a la clientela, haciendo continuas referencias a la modernización del gabinete, así como a los precios económicos que ofrecía.

De nuevo, en 1895, El Vivariense daba noticia de que la autora se había trasladado una temporada a A Coruña para continuar estudiando el avance y perfeccionamiento de las nuevas técnicas junto al fotógrafo Enrique Ferreiro Bello -que regentó un estudio en la ciudad al menos entre los años 1879 y 1903-: «Acaba de llegar a esta población, procedente de La Coruña, nuestra distinguida convecina D.ª Celia Ínsua López, que pasó una temporada en la ciudad herculina estudiando los adelantos de su profesión, al lado del acreditado fotógrafo D. Enrique Ferreiro Bello, circunstancia que, entre otras ventajas, le reporta la de poder ofrecer a su numerosa clientela una gran rebaja en los precios».

Durante la ausencia de la fotógrafa, parece que su establecimiento continuó activo, por lo que probablemente fuese su hermano menor, José Insua, que tenía ya dieciocho años, quien se encargara de la gestión del mismo. Unos años después, en 1901, José Insua se asoció con el fotógrafo Saavedra, con quien fundó la denominada “Sociedad Fotográfica”. Resulta interesante que en la presentación de la misma se dejase constancia de que Celia Insua había sido la anterior propietaria del negocio, ya que era una estrategia utilizada habitualmente por los fotógrafos que pone de manifiesto el prestigio que su gabinete había logrado entre la clientela: “Esta Sociedad tiene el gusto de participar al público vivariense que, debido á las últimas reformas hechas en la Galería que fue de la propiedad de Celia Ínsua López y a la adquisición de modernos aparatos, puede hacer toda clase de retratos, ampliaciones […]”. En cualquier caso, la actividad de esta sociedad solo duraría unos meses, y parece que desde entonces los hermanos trabajaron juntos, probablemente ella se encargase principalmente de la labor de estudio mientras que él realizaría el trabajo de exterior fotografiando acontecimientos de actualidad y vistas del entorno.

En algunas ocasiones utilizaron el sello comercial “J. y C. Insua” y en otras únicamente “J. Insua”. A pesar de ello, Celia Insua nunca dejó de trabajar en el gabinete, como traslucen diversas noticias y anuncios publicados en la prensa. A mediados de 1904 se vieron obligados a cambiar de emplazamiento y trasladaron el negocio a la Avenida de Cervantes y, aunque parece que el nombre de José eclipsó cada vez con más fuerza el de Celia, este no llegaría a desaparecer, pues siguieron firmando en distintos proyectos, por ejemplo el Portfolio de Galicia (1904) publicado por Pedro Ferrer, como “J. y C. Insua”; e incluyendo en los anuncios publicitarios los nombres de ambos, como vemos en El Eco de Vivero en el año 1906: “Gabinete fotográfico de José y Celia Insua López. Avenida de Cervantes. Este conocido gabinete se hace toda clase de trabajos tanto en papeles brillantes como en artísticos platinos. Ampliaciones á todos los tamaños y á precios sumamente baratos”.

En cuanto a su obra, hasta la fecha apenas se conocen un par de retratos, uno de ellos firmado como “Fotografía de Celia Insua” y otro con el sello “J. y C. Insua”, caracterizados por la austeridad y la sencillez de la composición. Además, se conservan algunas fotografías en cuyas cartulinas figura la firma “J. Insua” que probablemente fueron realizadas por Celia Insua, ya que su hermano aparece retratado en las mismas.

El 22 de noviembre de 1905 Celia Insua contrajo matrimonio en la iglesia parroquial de Santiago de Vivero con Juan Martínez Fernández, que tenía entonces treinta y ocho años y trabajaba como dependiente. Apenas un año y medio después, Celia Insua falleció prematuramente, el día 1 de mayo de 1907, a consecuencia de una sepsis puerperal.

MAE, Blanca Torralba Gállego, enero 2024, DOI: 10.26754/mae1803_1945

CASTELAO, C., “Los orígenes de la fotografía en Galicia”, en J. A. Hernández Latas (ed.), IV Jornadas sobre Investigación en Historia de la Fotografía. 1839-1939: Un siglo de fotografía, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2023, pp. 74-90.

FONTANELLA, L., La historia de la fotografía en España, desde sus orígenes hasta 1900, Madrid, El Viso, 1981, p. 224.

NUEVO CAL, C., Viveiro. Unha Historia en fotografía (1888-1930), Lugo, Seminario de Estudios Terra de Viveiro, 2004.

PADÍN, F., “Celia Ínsua (1873-1907)”, en la web Fotógrafas Pioneiras (12-05-2023) (https://fotografaspioneiras.wordpress.com/2023/05/12/celia-insua-1873-1907/#545fd2f0-9f6f-4cb1-b98e-62a28bf3c228).

Portal Clifford Fotoconnexio (https://www.fotoconnexio.cat/clifford/).

 

El Vivariense (Vivero, 06-XI-1892)

El Vivariense (Vivero, 29-XI-1893).

El Vivariense (Vivero, 28-VII-1895).

El Eco de Vivero (Vivero, 1906).

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