Castellví y Cardona, María Concepción (marquesa del Ràfol)

¿Valencia?, 1782 – Valencia, 1847

 

Pintora, marquesa del Ràfol, fue nombrada en 1810 académica de Bellas Artes de San Carlos, Valencia.

Castellví y Cardona, María Concepción

 

María de la Concepción Castellví y Cardona presentó a la Junta ordinaria, reunida el 2 de diciembre de 1810 en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, un atento oficio “acompañando una pintura al pastel hecha de su mano, representando al Beato Nicolás Factor de medio cuerpo con su marco de oro y cristal”. La Junta, en vista del mérito de la obra la nombró académica de mérito por la pintura. En el Inventario estuvo registrada con el número 112, como “dos por uno y medio, pintado al pastel con marco y remate dorado y cristal”. La obra, como tantas otras, no se conserva o forma parte de los numerosos anónimos en museos y colecciones.

Es difícil esbozar su trayectoria vital, por lo que debemos recurrir a sus vínculos familiares, en su caso Concepción pertenecía a uno de los linajes más nobles y antiguos de la Corona de Aragón. El apellido Castellví, denominado también Castroveteri y Castovetulo, tuvo su primitivo solar en Borgoña donde poseía el señorío de Rosanes. Una conocida heredad que se remonta a tiempos de la conquista de Cataluña y cuyas propiedades fueron el castillo de Castellví, veguería de Penedés del principado de Cataluña. Más tarde, el linaje pasó a Valencia, donde fundó una casa con línea en Cerdeña, cuya primera rama fueron los Señores, y después condes, de Carlet. El primero en ostentar el título fue Gonzalo Castellví, al cual siguió Luis de Castellví. Descendiente suya era María de la Concepción Castellví y Cardona, baronesa de Alcácer, Benáfer, Herragudo, Cartajuda y Arrubal. La familia Castellví estuvo muy unida a la Academia de San Carlos en los primeros años de la institución, Joaquín de Castellví y la Figuera fue de los primeros académicos de honor.

María Concepción Castellví se casó en 1815 con Antonio Almunia y Rodríguez de Navarra, desde 1816, VI marqués de Ràfol de Almunia, fue capitán de caballería y maestrante de Valencia, ordenado caballero de Montesa en 1827. No consta el lugar en el que ambos residieron tras la boda, pero es probable que pasaran largas temporadas en Benigànim, villa de donde era originaria la familia. Allí esta datado un documento de archivo de 1822 con la firma autógrafa del marqués de Ràfol, ese año ya habían contraído matrimonio. Lo más probable es que la pareja se instalara en Valencia en el histórico Palacio de los Cardona, apellido con el que Concepción entroncaba por línea materna. El viajero Alexandre Laborde hacía mención al buen gusto de su casa al citarla en su Itinerario junto a palacios como el del “conde de Cervellón, el del marqués de Dos-Aguas o el de Jura-Real”. En 1828, los marqueses residían en la calle Ave María número 3 de Valencia.

El marqués integró la directiva de varias instituciones benéficas, pero también la marquesa de Ràfol se implicó en causas piadosas. Cuarenta años después de su muerte, el periódico La Unión se hacía eco de su donación para que, en caso de beatificarse a la venerable madre Inés de Benigànim, se invirtieran los bienes de dicha administración costear los gastos y la construcción de la capilla.

El marqués de Ràfol también fue nombrado académico en la misma institución que su esposa, el 11 de octubre de 1823, y pronto se ofreció a financiar los premios de la academia. María Castellví, entregó en 1848 varios cuadros de singular importancia a la Academia de San Carlos. El matrimonio era conocido por su labor de coleccionistas, tal como se aprecia en la almoneda que se celebró a la muerte de la marquesa de Ràfol. Entre los beneficiarios de su legado estuvo también la Academia de la que había formado parte. El legado fueron varios cuadros de singular importancia, entre ellos destaca el San Pedro Pascual diciendo misa ayudado por el Niño Jesús, 1660, de Jerónimo Jacinto de Espinosa. Otra importante obra donada era un San Sebastián Mártir, de Ribera, óleo restaurado por Vicente López, y el San Sebastián atendido por la matrona Irene y una esclava, de Ribera. Actualmente, solo este último y el de Espinosa figuran en el Museo de Bellas Artes de Valencia como legado de la marquesa de Ràfol. Una donación por deseo expreso de la marquesa en su testamento, ya que Antonio Almunia había fallecido en 1841 sin dejar sucesión y fue su esposa la que dispuso de los bienes de ambos.

MAE, Mariángeles Pérez-Martín, 2023.

Beato Nicolás Factor, ca. 1810. Pastel. Paradero desconocido.

 

PÉREZ-MARTÍN, Mariángeles, Ilustres e ilustradas. Académicas de Bellas Artes  (ss. XVIII-XIX), Valencia, Tirant lo Blanch, 2020.

PÉREZ-MARTÍN, Mariángeles, “El testamento de la marquesa del Ràfol. Concepción Castellví (1783-1847), un testimonio desconocido del coleccionismo artístico a principios del siglo XIX”, Ars Longa. Cuadernos de Arte, nº 29, 2020, pp. 97-113.

PÉREZ-MARTÍN, Mariángeles, “María Concepción Castellví y Cardona, pintora, académica y coleccionista”, en HOLGUERA, A.; PRIETO, E.; URIONDO, M. (coord.), Coleccionismo, mecenazgo y mercado artístico en España e Iberoamérica, Sevilla, Universidad de Sevilla-SAV-Escuela de Estudios Hispano Americanos CSIC, 2017, pp. 134-148.

 

 

ARASC. Libro de Actas de la Academia de San Carlos 1801-1812. Junta ordinaria en 2 de diciembre de 1810.

ARASC. Inventario general de las pinturas, flores pintadas y dibujadas, modelos y vaciados. Dibujos de todas clases y diseños de arquitectura, 1797. “N. 112”.

La Unión, 25-IV-1887, p. 2.

La Ilustración católica (Madrid, 1877), 5-X-1887, nº 28, p. 12.

 

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