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Viveiro, 1902 – Madrid, 1995
Maruja Mallo fue una creadora que se expresó con gran libertad y consiguió una enorme popularidad por su producción artística, convirtiéndose en la pintora más moderna de la época. Practicó los realismos de nuevo cuño, se vinculó al surrealismo próximo a la estética vallecana y terminó creando obras caracterizadas por una figuración monumental.
Maruja Mallo nace en Viveiro el 5 de enero de 1902 como Ana María Gómez González. Hija de Justo Gómez Mallo y María del Pilar González y hermana mayor del escultor Cristino Mallo. Ambos tomarán el segundo apellido de su padre como nombre artístico.
Su formación plástica comienza en Avilés, donde se traslada la familia. Copia ilustraciones de revistas de la época, realiza paisajes y retrata a familiares y amigos. Presenta su obra más temprana en su primera exposición individual en 1922 en el Ayuntamiento de Avilés.
Este mismo año la familia se instala en Madrid y Maruja se matricula en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde estudia hasta 1926. Traba amistad con artistas como Dalí, Lorca, María Zambrano o Concha Méndez, por entonces pareja de Buñuel y compañera de correrías de Maruja. También conoce a Alberti, con quien mantiene una difícil aunque fructífera relación.
En 1926 su padre es destinado a Tenerife, isla que Maruja visita en varias ocasiones y que se refleja en obras como La isleña o Mujer de la cabra. Recibe una beca de estudios de la Diputación Provincial de Lugo, que se amplía por dos años –una de las obras que envía como justificación de la pensión es Española con abanico–. A finales de año su madre fallece.
En agosto de 1927 presenta, en la Feria de muestras de Gijón, un avance de su producción con sus series de “Verbenas” y “Estampas”. Aunque no es hasta mayo de 1928 cuando se produce la puesta de largo de Maruja Mallo con su primera muestra madrileña, gracias al apoyo de Ortega y Gasset, en los Salones de Revista de Occidente“…presento diez cuadros y treinta estampas. Lo que más me sorprende en estos momentos está presente en mi producción: era la calle. Lo que más me atraía era lo popular. La multitud de seres y cosas”.
Al poco tiempo Maruja sufre un accidente de coche, en el que conducía Mauricio Roësset –hermano de Marisa Roësset, pintora presente en la exposición– y que se suicida a causa del mismo. Maruja, convaleciente y de nuevo con Alberti –reconciliados por un tiempo–, explora nuevas vías que desembocan en su celebrada serie “Cloacas y campanarios”, relacionada con la experiencia de la Escuela de Vallecas y sus paseos por el sur de Madrid con Alberto y Benjamín Palencia. Alberti escribe “Tú, / tú que bajas a las cloacas donde las flores más flores son ya unos tristes salivazos sin sueños / y mueres por las alcantarillas que desembocan a las verbenas desiertas / para resucitar al filo de una piedra mordida por un hongo estancado / dime por qué las lluvias pudren las horas y las maderas”.
Interesada también por la decoración teatral y los figurines, marcha a París en 1931 becada por la Junta de Ampliación de Estudios. En 1932 expone en la Galería Pierre de París sus series de “Estampas” y “Cloacas y campanarios”. Entre otros artistas, Breton visita la muestra y adquiere El espantapájaros, obra que a partir de este momento relacionará la obra de Mallo con la de los surrealistas, junto a los cuales expone en varias ocasiones. Su experiencia parisina acaba este año. Regresa a España y a los pocos meses su padre fallece.
Su obra comienza a evolucionar hacia nuevos postulados, interesada en la proporción matemática y la geometría. En octubre de 1933 participa en la Primera exposición del Grupo de Arte Constructivo, organizada por Torres García. Comprometida con la República se presenta a las oposiciones a cátedras de dibujo libre y es destinada al instituto de Arévalo en 1934. Durante estos años a su interés por la pintura se une su producción cerámica –hoy desaparecida– y su colaboración en publicaciones como Revista de Occidente, Cadera de Insomnio, de Tomás Seral y Casas (1935) o en Almanaque literario.
En 1936 participa en varias exposiciones nacionales e internacionales como la Exposición logicofobista en Barcelona, L’Art espagnol contemporain en París –el estado francés adquiere una de sus verbenas– , en la Mostra espagnola en Venecia o su muestra individual en las salas del ADLAN, donde presenta sus series de “Arquitecturas vegetales”, “Arquitecturas minerales”, Arquitecturas rurales” y “Arquitecturas campesinas” y el cuadro Sorpresa del trigo, que anuncia su producción posterior. En verano Maruja se encuentra en Galicia y tras el estallido de la guerra sale del país hacia Portugal.
En 1937 llega a Buenos Aires y se inicia su exilio, que se dilatará hasta la década de los sesenta. Continúa con su producción y trabaja en su nueva serie la “Religión del trabajo” compuesta por siete grandes lienzos dedicados al mar y la tierra.
Durante la década de los cuarenta Maruja viaja por Sudamérica, descubre las playas chilenas e inicia sus series de “Retratos bidimensionales”, “Naturalezas vivas” y “Máscaras”. A finales de la década expone en Nueva York, en la Galería Carroll Carstairs. La introspección define su actividad durante los años cincuenta, en los que apenas expone.
Finalmente en 1960 Maruja Mallo regresa a España. Aunque recibe un frío recibimiento, poco a poco se reencuentra con el ambiente cultural. Participa en la muestra Orígenes de la vanguardia española en la Galería Multitud. Maruja se ha convertido en un icono y su obra previa al exilio ensombrece su producción actual, aunque participa de forma activa en la vida cultural y artística del país.
Durante los últimos años de su vida recibe el reconocimiento institucional, y en 1993 se realiza su primera muestra retrospectiva en el Centro Galego de Arte Contemporánea de Santiago de Compostela.
El 6 de febrero de 1995 Maruja Mallo fallece a los noventa y tres años tras una larga enfermedad.
1922. Ayuntamiento de Avilés. 1927. Feria de muestras de Gijón. 1928. Salones de la Revista de Occidente, Madrid. 1932. Galería Pierre, París. 1933. Primera Exposición del Grupo de Arte Constructivo, Madrid. 1936. Exposición logicofobista, Barcelona. | L’Art espagnol contemporain, París. Mostra espagnola, Venecia. Salas del ADLAN. 1948. Galería Carroll Carstairs, Nueva York. 1974. «Orígenes de la vanguardia española», Galería Multitud, Madrid. 1993. Centro Galego de Arte Contemporánea, Santiago de Compostela. |
CARBALLO-CALERO RAMOS, M. V. y VILAS MEIS, D., Maruja Mallo: Ana María Gómez González Mallo (Viveiro, Lugo 1902-Madrid 1995), Lugo, Diputación de Lugo, 2017. Hacia poéticas de género. Mujeres artistas en España, 1804-1939 [catálogo], Zaragoza / Valencia, 2022. LOMBA SERRANO, C. e ILLÁN MARTÍN, M. (com.), Pintoras en España, 1859-1926. De María Luisa de la Riva a Maruja Mallo [Catálogo], Zaragoza, Vicerrectorado de Cultura y Política Social de la Universidad de Zaragoza, Diputación Provincial de Zaragoza, 2014. LOMBA SERRANO, Concha, Bajo el Eclipse. Pintoras en España, 1880-1939, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, colección Biblioteca de Historia del Arte, 2019. | MANGINI, S., Maruja Mallo y la vanguardia española, Barcelona, Circe, 2012. Maruja Mallo [Catálogo], Madrid, Galería Guillermo de Osma, 1992. Maruja Mallo [Catálogo], vol. 2, Madrid, Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, 2009. Maruja Mallo. Catálogo razonado de óleos, Madrid, Fundación Azcona, 2021. Maruja Mallo: orden y creación. Óleos, dibujos, bocetos y su archivo [catálogo], Madrid, Guillermo de Osma Galería, 2017. |
ALBERTI, R. «Ascensión de Maruja Mallo al subsuelo», 1929. MALLO, M., “Lo popular en la plástica española a través de mi obra, 1928-1936”, conferencia dictada en Buenos Aires en 1937 y publicada por primera vez en Sur, Buenos Aires, 1938. |
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Buenos Aires, 1901 – 1998
Norah Borges fue una pintora e ilustradora de origen argentino que se formó en Europa, donde se nutrió de estéticas expresionistas, modernistas, cubistas y costumbristas. Además de musa para muchos de los autores ultraístas, quienes le dedicaron poemas y textos, se convirtió en la creadora de la imagen plástica de dicho movimiento.
Leonor Fanny Borges nace el 4 de marzo de 1901 en el barrio bonaerense de Palermo; su hermano será el poeta y escritor Jorge Luis Borges, dos años mayor que ella. Fue él quien puso a su hermana Norah (o Noringa). Con solo once años empieza a crear su primera obra de clara intención estética, un cuaderno titulado Notas lejanas que terminará a los catorce años, en el que incluye dibujos y también poemas.Cuando la ceguera progresiva que padece su padre se agrava, la familia emprende un viaje a Europa para que pueda ser operado. Norah tiene tan solo trece años cuando se traslada de manera indefinida a Ginebra, Suiza, coincidiendo con el estallido de la I Guerra Mundial. Allí vive cuatro años y estudia en la Escuela de Bellas Artes con el escultor clásico Maurice Sarkisoff. Conoce la obra del suizo Ferdinand Hodlery la de los expresionistas Ernst Kirchner o Karl Schmidt-Ruttluff cuyo trabajo influye de forma decisiva en sus creaciones de los años siguientes.
En 1918 se traslada con su familia a Lugano donde aprende la técnica del grabado en madera del maestro Arnaldo Bossi. Al año siguiente los Borges llegan a España y se instalan en Mallorca. Norah continúa su formación plástica con el artista sueco Sven Westman, afincado en la isla tras haber frecuentado el círculo picassiano de París, a quien considera uno de sus maestros. Junto a él pinta unos murales en el Hötel des Artistes en Valldemossa, en julio de 1919. Colabora con su hermano en la revista Baleares.
En 1920 dejan la isla para pasar el invierno en Sevilla, donde los dos hermanos colaboran con las revistas ultraístas Grecia y Ultra. En una visita a Córdoba queda impresionada por los cuadros de Julio Romero de Torres, que será su maestro cuando, ya instalada en Madrid, ingrese en la Academia de Bellas Artes de San Fernando y aprenda del cordobés las claves del costumbrismo. Su vínculo con el ultraísmo se afianza y se relaciona con Isaac del Vando Villar, Guillermo de Torre, con quien se casará unos años más tarde, o Rafael Barradas. Norah Borges se convierte en musa para muchos de ellos quienes le dedican poemas y textos, y en la creadora de la imagen plástica ultraísta: publica varias xilografías que acusan la mencionada influencia expresionista e ilustra el Manifiesto Ultraísta Vertical junto con el uruguayo Barradas, redactado por Guillermo de Torre.Su producción artística se torna más geométrica influida por las obras cubistas que conoce a través de reproducciones, especialmente las de María Blanchard.
En marzo de 1921 los Borges regresan a Buenos Aires, convertida en una ciudad mucho mayor y más cosmopolita que cuando la dejaron. Norah Borges ilustra entonces algunos libros como Fervor de Buenos Aires, de Jorge Luis Borges o La calle de la tarde de su paisana y tocaya Norah Lange, entre otros. Mantiene su relación con la vanguardia española, en especial con su novio Guillermo de Torre. En 1925 participa en la famosa I Exposición de los Artistas Ibéricos de Madrid, aun estando en Argentina, y en 1926 celebra su primera muestra individual en la Asociación de Amigos del Arte de Buenos Aires, exhibiendo alrededor de setenta piezas entre xilografías, óleos, dibujos y tapices, una producción que el crítico Jorge López Anaya califica como “influida por el cubismo francés y el expresionismo alemán” y que se acerca al “primitivismo de las máscaras africanas”.
En 1928 se casa con Guillermo de Torre que se instala en Argentina, hasta que en 1932 el matrimonio vuelve a España.Allí sigue ilustrando poemas y definiendo su estilo personal caracterizado por “la simplificación de las formas y la fuerza comunicativa del romanticismo”, a partir de la deconstrucción cubista. Participa en la Exposición de Arte Español Contemporáneo del Jeu de Paume parisino en 1936, y al estallar la Guerra Civil se marcha con su marido a Francia. En 1937 nace en París su primer hijo Luis, y la familia de Torre-Borges regresa a Argentina. En 1939 nace su segundo hijo Miguel.
La argentina continúa ilustrando obras literarias como Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez en 1940, o Romancero Gitano de Lorca en 1941. Durante su exilio bonaerense,Ramón Gómez de la Serna publica en 1945 la biografía de la artista a quien se refiere cariñosamente como “la porteñita”. En 1959 comienza a impartir clases nocturnas de dibujo en la Biblioteca Nacional de Argentina, al frente de la cual se encuentra su hermano desde 1955. Unos años más tarde colabora con el diario argentino La Nación. En 1996 se le dedica la gran retrospectiva Norah Borges, casi un siglo de pintura en Buenos Aires, poniendo en valor su arte, concebido, en palabras de la artista, para “dar alegría al pintor y a los espectadores”. Norah Borges muere en Buenos Aires el 20 de julio de 1998, a los 97 años de edad, habiendo dejado de pintar ángeles, niños y sirenas tan solo tres años antes.
1925. I Exposición de Artistas Ibéricos, Madrid. 1926. Asociación de Amigos del Arte, Buenos Aires. 1936. Exposición de Arte Español Contemporáneo, Jeu de Paume, París. 1996. «Norah Borges, casi un siglo de pintura», Buenos Aires. |
BAUR, S., «Norah Borges, musa de las vanguardias», Cuadernos hispanoamericanos, nº 610, 2001, pp. 87-96. Hacia poéticas de género. Mujeres artistas en España, 1804-1939 [catálogo], Zaragoza / Valencia, 2022. LOMBA SERRANO, C. e ILLÁN MARTÍN, M. (com.), Pintoras en España, 1859-1926. De María Luisa de la Riva a Maruja Mallo [Catálogo], Zaragoza, Vicerrectorado de Cultura y Política Social de la Universidad de Zaragoza, Diputación Provincial de Zaragoza, 2014. LOMBA SERRANO, Concha, Bajo el Eclipse. Pintoras en España, 1880-1939, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, colección Biblioteca de Historia del Arte, 2019. LORENZO ALCALÁ, M., Norah Borges: la vanguardia enmascarada, Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, 2010. | LORENZO ALCALÁ, M. y BAUR, S. (eds.), Norah Borges. Mito y vanguardia [catálogo de exposición], Neuquén, Museo Nacional de Bellas Artes – Neuquén, Fondo Nacional de las Artes, 2006. McCARTHY, E., Norah Borges:»A Smaller, More Perfect World», Cardiff, University of Wales Press, y 2020. QUANCE, R., «Espacios masculinos/femeninos: Norah Borges en la vanguardia», Dossiers feministes, nº 10, 2007, pp. 233-248. QUANCE, R., «Norah Borges ilustra a dos poetas españolas», Aurora: Papeles del Seminario María Zambrano, nº 18, 2017, pp. 108-119. QUANCE, R., «Un espacio vacío: sobre una ilustración de Norah Borges para el ultraísmo», Revista de Occidente, nº 239, 2001, pp. 134-147. |
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Gradzihsk, Ucrania, 1885 – París, Francia, 1979
Sonia Delaunay fue una figura clave de la primera vanguardia parisiense. Desempeñó un papel fundamental en el desarrollo del simultaneísmo, corriente artística que supo expresar tanto en la pintura como en el campo del diseño de moda y textil o la decoración de interiores, entre otros.
Nacida como Sarah Stern el 14 de noviembre de 1885 en la localidad ucraniana de Gradzihsk, en el seno de una familia judía obrera, es adoptada a los cinco años de edad por su tío Henri Terk, un abogado de éxito residente en San Petersburgo que cambia su nombre por el de Sonia Terk y le proporciona una vida acomodada.
Siguiendo la recomendación de una profesora que advierte su talento para el dibujo, Sonia Terk se traslada en 1903 a Karlsruhe, Alemania, para estudiar en la Academia de Bellas Artes con Ludwig Schmidt-Reutte. Dos años más tarde decide continuar sus estudios en la Académie de la Palette de París. Su pronta amistad con los artistas Ozenfant, Segonzac y Boussingault le permite acceder a los círculos vanguardistas. Las obras expuestas en su primera individual celebrada en 1908 en la galería de Wilhelm Uhde acusan la influencia del postimpresionismo de Van Gogh y Gauguin y del colorido fauvista de Matisse. A través de la galería conoce a Robert Delaunay, con quien casa en 1910. Al año siguiente tiene a su hijo Charles.
En 1912 crea su primera obra abstracta: Constrastes simultáneos, una composición de formas coloreadas eminentemente circulares y dinámicas que reflejan la vibración de la luz, en sintonía con la tendencia que la artista y su marido habían concebido siguiendo las teorías del químico Chevreul, bautizada por Apollinaire como orfismo aunque ellos la llamaron simultaneísmo. En esos años Sonia Delaunay se dedica al diseño de moda y textil, confecciona algunos trajes y vestidos simultáneos, “prendas de ropa [que] parecían encarnar esa síntesis entre el arte y la vida metropolitana que buscaba la vanguardia de aquel entonces”,como apunta Uta Grosenick. Además concibe en 1913 el libro simultáneo que fusiona el poema de Blaise Cendrars La Prose du Transsibérien et de la Petite Jehanne de Francey sus ilustraciones circulares, un ejemplar único pensado para ser leído al mismo tiempo que contemplado.
El estallido de la I Guerra Mundial sorprende a la familia Delaunay veraneando en Fuenterrabía. Deciden quedarse en España y se instalan en Madrid, donde permanecerán hasta el verano de 1915 cuando se trasladan a la pequeña localidad costera de Vila do Conde, en el norte de Portugal. Sonia describe esta etapa como la más feliz de su vida, arropada por otros artistas como Souza-Cardoso y Almada Negreiros, y seducida por los colores del Atlántico y las costumbres populares portuguesas, que evocan en ella recuerdos de su infancia. Pinta entonces su cuadro Le Bal Bullier, el más largo realizado hasta entonces por una mujer. Es la única del grupo de artistas que consigue exponer su obra durante los difíciles años de la guerra, lo hace en una galería de Estocolmo en 1916.
En 1917 regresan a España, en Barcelona celebran el triunfo de la Revolución Rusa a pesar de que el cambio de régimen les priva de la pensión que la artista recibía. La pérdida de este importante sustento económico le obliga a centrarse en su actividad como diseñadora. Vuelven a Madrid y gracias a la intercesión del fundador de los Ballets Rusos, Serge Diaghilev, entra en contacto con la clase acomodada atraída por los vestidos y la decoración de interiores que la rusa diseña y que se populariza con el nombre de “Casa Sonia”, extendiendo su clientela a otras ciudades como Bilbao o San Sebastián. En estos años destaca asimismo su trabajo vinculado con las artes escénicas: diseña el vestuario de Aida para el Liceo barcelonés, el del ballet Cléopâtre por encargo de Diaghilev y la decoración del cabaret madrileño Petit Casino. Realiza además dos exposiciones de sus creaciones en 1919 y 1920 y una tercera con su marido.Los poetas ultraístas Guillermo de Torre e Isaac Vando Villar le dedican poemas y Ramón Gómez de la Serna incluye entre sus Ismos el simultantismo, como él lo llama, de los respetados Delaunay.
En 1921 la artista rusa y su familia regresan a París habiendo agotado las posibilidades creativas y vitales que la capital española les ofrecía, todavía atrasada en lo que a vanguardia se refiere. Estrecha relaciones con el movimiento Dadá y surrealista, entabla amistad con Tristan Tzara para quien diseña el vestuario de su obra teatral Le coeur à gaz de 1923.En 1925 abre una boutique junto al diseñador Jacques Heim, con quien participa en la Exposición de Artes Decorativas de ese año. La Gran Depresión obliga a cerrar el negocio y la rusa retoma la pintura abstracta entrando a formar parte del grupo artístico Abstraction-Création. Recibe el encargo de pintar junto a Robert los murales de los pabellones de la Aviación y del Ferrocarril de la Exposición Internacional de París de 1937. A la muerte de su marido en 1941 se consagra a poner en valor el trabajo de Robert. En 1979 les dedican a ambos la retrospectiva Sonia-Robert Delaunay en el Museo Nacional de Arte Moderno de Tokyo. El 5 de diciembre de ese mismo año fallece Sonia Delaunay Terk, “la rusa eternamente joven”, en su estudio de París.
MAE, Inés Escudero Gruber, 2014
1908. Galería de Wilhelm Uhde, París. 1916. Galería en Estocolmo. 1919-1920. Tres exposiciones en España. 1925. Exposición de Artes Decorativas, París. 1937. Exposición Internacional, París. 1979. «Sonia-Robert Delaunay», Museo Nacional de Arte Moderno, Tokyo. |
Hacia poéticas de género. Mujeres artistas en España, 1804-1939 [catálogo], Zaragoza / Valencia, 2022. Maison Sonia Delaunay [catálogo], Berlín, Hatje Cantz, 2022. LOMBA SERRANO, C. e ILLÁN MARTÍN, M. (com.), Pintoras en España, 1859-1926. De María Luisa de la Riva a Maruja Mallo [catálogo], Zaragoza, Vicerrectorado de Cultura y Política Social de la Universidad de Zaragoza, Diputación Provincial de Zaragoza, 2014. LOMBA SERRANO, Concha, Bajo el Eclipse. Pintoras en España, 1880-1939, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, colección Biblioteca de Historia del Arte, 2019. Robert y Sonia Delaunay, Madrid, Fundación Juan March, 1982. | Robert y Sonia Delaunay, Barcelona, Carroggio, Ajuntament de Barcelona, Institut de Cultura, Museu Picasso, 2000. Robert y Sonia Delaunay (1905-1941), Madrid, Fundación Colección Thyssen-Bornemisza, 2002. RUIZ DEL ÁRBOL, M. (com.), Sonia Delaunay. Arte, diseño, moda. Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza, 2017. Sonia Delaunay [catálogo], Humlebæk, Louisiana Museum of Modern Art, 2022. Sonia Delaunay [catálogo], Londres, Tate Publishing, 2014. Sonia Delaunay: les couleurs de l’abstraction [catálogo], París, Paris-Musées, 2014. |
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París, 1883 – 1956
La inclasificable personalidad artística de Marie Laurencin ocasionó durante décadas su infravaloración por parte de un sector de la historiografía artística, que le otorgó el papel de musa de sus colegas masculinos, de testigo pasivo de la escena artística parisina y que valoró su obra a través de prejuicios que la encuadraron dentro del denostado arte femenino. Actualmente es una de las artistas más apreciadas y atractivas de las primeras vanguardias.
La inclasificable personalidad artística de Marie Laurencin ocasionó durante décadas su infravaloración –cuando no el olvido- por parte de un sector de la historiografía artística, que le otorgó el papel de musa de sus colegas masculinos, de testigo pasivo de la escena artística parisina y que valoró su obra a través de prejuicios que la encuadraron dentro del denostado arte femenino. Actualmente es una de las artistas más apreciadas y atractivas de las primeras vanguardias.
Su carácter inconformista, que le impulsó a dedicarse al arte contra la opinión de su madre, desarrolló en ella un espíritu abierto y libre que se apartó de los modelos tradicionales establecidos para las mujeres. Como artista se nutrió de su curiosidad inquieta, que le llevó a crear una obra polifacética, independiente y basada en un eclecticismo cosmopolita.
Comenzó su formación como pintora de cerámica en la Escuela de Sèvres y entre 1902 y 1904 acudió a las clases nocturnas y gratuitas para las mujeres que ofrecía la Académia Humbert, donde conoció a Braque y a Picabia. Entre sus maestros destacó a la diseñadora de moda Madeleine Lemaire, al grabador Louis Jouas-Poutrel y, especialmente, al Museo del Louvre adonde acudía regularmente desde 1901 para aprender no sólo de los grandes maestros, sino de la cerámica islámica, de las miniaturas persas o del arte decorativo rococó.
Desde 1904 a 1914 Marie Laurencin desarrolló una intensa trayectoria creativa vinculada a los movimientos de vanguardia, especialmente al cubismo y fauvismo, relacionándose con Picasso, Braque, Delaunay o Apollinaire, con quien mantuvo una tempestuosa relación sentimental. Expuso en los Salones de los Independientes y en las galerías de los prestigiosos marchantes Henri Pierre Roché y Clovis Sagot, logrando éxito entre coleccionistas como Jacques Doucet o Gertrude Stein. A pesar de que Apollinaire la bautizó como “Notre Dame du Cubisme”, la obra de Laurencin se apartaba de la ortodoxia cubista, tratando iconografías ajenas a este movimiento y fusionando elementos procedentes del fauvismo, del arte naif y la pintura oriental. Prueba de su estilo personal e independiente es la serie de grabados que realizó en 1904 sobre Las Canciones de Bilitis, en la que recrea los poemas lésbicos narrados en el libro.
En 1914 contrajo matrimonio con el barón alemán Otto von Wätjen, sorprendiéndoles el estallido de la I Guerra Mundial en su viaje de bodas, lo que determinó que la artista viviera exiliada en diferentes países europeos durante siete años. Entre esos países, destacó especialmente España por la influencia que dejó en la evolución de su pintura.
Su residencia en Madrid le permitió visitar el Museo del Prado y aprender de maestros como Velázquez, Zurbarán, Ribera y, sobre todo, de Goya, único maestro que la artista reconoció. En este momento, su pintura se llenó de majas goyescas, de damas con abanicos y con mantillas, como se advierte en las versiones que realizó de los grabados del maestro zaragozano. Durante su estancia española también vivió en Málaga, integrando en su obra “delicadas fantasías, un poco andaluzas” –como las describió la crítica-, y en Barcelona. El exilio forzado que vivió la artista en estos momentos produjo obras como La prisionera (1917) en la que una joven –autorretrato simbólico- se encuentra encerrada por un tejido entramado similar a las mantillas, elemento tomado de la pintura española.
En 1921, divorciada del barón von Wätjen, regresó a París, convirtiéndose en una de las artistas más solicitadas por el coleccionismo de los “Felices 20”; el éxito que obtuvo en la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes de 1925, cuya intervención en el Salon de l’Ambassadrice fue considerado como “l’idéal du goût français”, la convirtió en artista de moda, con presencia envistas como Vogue y Vanity Fair. Su pintura simbolizaba plenamente la exquisitez y sofisticación del Art Dèco y sus representaciones de hermosas e impasibles figuras femeninas, en las que potencia la sensualidad, la ambigüedad y el decorativismo basado en arabescos, marcaron un estilo personal que fue definido como “essentiellement féminin. Il [Laurencin] possède même une féminité exacerbée et quasi-maladive ”.
La excepcional acogida de su obra por parte del coleccionismo le llevó a retratar a las mujeres más influyentes de París -Coco Chanel, Helena Rubinstein, Madame Paul Guillaume, Charlie Delmas-, imbuidas del espíritu elegante, esnob y exótico del Art Dèco, para lo cual introdujo motivos procedentes de la pintura española –La Baronesa Gourgaud con mantilla-. De forma paralela a estos encargos, sus pinturas crearon un universo misterioso ocupado exclusivamente por jóvenes rubias de fisonomías evanescentes y actitudes afectuosas. La obra Mujer muestra estos rasgos de su etapa de madurez, en la que combina la captación de lo esencial y la representación depurada de la realidad con el exquisito decorativismo de las líneas onduladas y la sensualidad de las tonalidades pasteles.
En 1956, tras la ejecución de una serie de veinte obras inspiradas en la poetisa Safo, Marie Laurencin falleció en París, a consecuencia de una afección cardíaca.
MAE, Magdalena Illán Martín, 2014
1904-1914. Expuso en los Salones de los Independientes y en las galerías de los prestigiosos marchantes Henri Pierre Roché y Clovis Sagot, París. 1925. Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes, París. |
HYLAND, D., Marie Laurencin, artist and muse, Birmingham, Birmingham Museum of Art, 1989. Hacia poéticas de género. Mujeres artistas en España, 1804-1939 [catálogo], Zaragoza / Valencia, 2022. KAHN, E. L., Marie Laurencin: une femme inadaptée in feminist histories of art, Ashgate P. L., 2003. LOMBA SERRANO, C. e ILLÁN MARTÍN, M. (com.), Pintoras en España, 1859-1926. De María Luisa de la Riva a Maruja Mallo [Catálogo], Zaragoza, Vicerrectorado de Cultura y Política Social de la Universidad de Zaragoza, Diputación Provincial de Zaragoza, 2014. LOMBA SERRANO, Concha, Bajo el Eclipse. Pintoras en España, 1880-1939, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, colección Biblioteca de Historia del Arte, 2019. | MARCHESSEAU, D., Marie Laurencin, París, Ed. Hazan, 1981. MARCHESSEAU, D., Marie Laurencin, catalogue raisonné, 2 vols., Tokyo, Ed. Musée Marie Laurencin, Tokyo, 1985-1999. MARCHESSEAU, D., Marie Laurencin, catalogue raisonné de l’œuvre gravé, Tokyo, Musée Marie Laurencin, Ed. Kyuryudo, 1981. MARCHESSEAU, D., Marie Laurencin. 1883-1856 [Catálogo], París, Musée Marmottan Monet, Ed. Hazan, 2013. Marie Laurencin, serie Paroles d’artiste, Lyon, Fage éditions, 2020. Marie Laurencin, 1883-1956: a retrospective [Catálogo], Tokyo, Tokyo Metropolitan Teien Art Museum, 2003. MEYER-STABLEY, B., Marie Laurencin, París, Pygmalion, 2011. |
La Renaissance Politique, París, 30-10-1915, p. 10. “L’Art de Mlle. Marie Laurencin”, Vogue, Vol. 3, París, 15-11-1921, p. 33. |
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Granada, 1882 – Córdoba, 1968
Aurelia Navarro desarrolló, a comienzos del siglo XX, una exitosa trayectoria creativa, obteniendo galardones en certámenes nacionales y el aplauso de la crítica. Y ello, aunque en su pintura abordó asuntos controvertidos para una artista, como el desnudo. Lamentablemente, en 1923 ingresó en un convento, abandonando su prometedora carrera artística.
Nacida en Pulianas (Granada), las primeras noticias que la prensa recoge sobre Aurelia Navarro datan del año 1898, cuando contaba 16 años de edad. Aunque dichas noticias no aportan información sobre su formación o trayectoria artística, sin embargo, son reveladoras del entorno familiar en el que vivió su infancia y adolescencia, que sería determinante para su ulterior desarrollo como artista.
Hija del ilustrado doctor en Medicina granadino José Navarro y de Resurrección Moreno, la infancia de Aurelia transcurrió en el seno de una familia perteneciente a la burguesía ilustrada y con inquietudes culturales, literarias y artísticas. No sorprende, por lo tanto, que Aurelia Navarro recibiera una educación orientada al desarrollo de sus aptitudes creativas a través del aprendizaje de dibujo y pintura, como era habitual entre las jóvenes de la burguesía española desde el siglo XIX, aunque, es preciso señalarlo, dicha educación no tenía el objetivo de promover en ellas una vocación artística -y menos aún un interés profesional-, sino como parte de una formación dirigida a favorecer sus cualidades en el hogar, como esposas y anfitrionas.
Aurelia Navarro aprendió los rudimentos básicos del dibujo y la pintura en el taller privado del artista granadino José Larrocha (1850-1933), maestro de una amplia generación de pintores, como José María López Mezquita y José María Rodríguez Acosta, con quienes la artista pudo compartir sus inquietudes creativas. José Larrocha hubo de transmitir a Aurelia Navarro un profundo interés por las representaciones del paisaje granadino, tanto de los espacios urbanos y los entornos próximos a la Alhambra y Generalife, como de los espacios rurales y naturales, que la artista continuó recreando durante toda su trayectoria. Asimismo, hubo de realizar en el estudio de este maestro sus primeras obras de temática costumbrista, enmarcadas en los cármenes y jardines de Granada, que no dejará de estar presente en su producción ulterior.
Cuando Aurelia Navarro contaba 18 años de edad, inició una nueva etapa en su formación asistiendo al taller del laureado pintor cordobés Tomás Muñoz Lucena (1860-1943) quien, tras ser nombrado profesor de dibujo en el Instituto de Córdoba en 1894, pasó a desempeñar, en el año 1900, el cargo de catedrático de dibujo en el Instituto General y Técnico Padre Suárez de Granada. Con Muñoz Lucena adquirió Aurelia Navarro un mayor rigor en el sentido del dibujo y de la composición, así como un sentido de la luz y del color más experimental y una factura más ágil, recursos que incorporó a sus pinturas de paisajes y asuntos cotidianos.
En los albores del siglo XX, Aurelia Navarro comenzó su carrera artística en la escena pública, superando la controvertida frontera de los espacios privados de los estudios de los maestros o del espacio doméstico, y adentrándose en espacios públicos y competitivos, en los que la presencia de las mujeres, lejos de estar normalizada, era considerada una amenaza al orden tradicional establecido. Así, fue pensionada por la Diputación Provincial de Granada y comenzó a exhibir su obra en las principales exposiciones del ámbito nacional, como las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, en las que obtuvo Mención honorífica en 1904 y Medalla de tercera clase en 1906 y en 1908. En esta última edición presentó la pintura Desnudo de mujer que suscitó, entre algunos sectores de la crítica cierta polémica por la osadía de la artista al representar el vetado tema del desnudo, mientras otros críticos valoraron su valentía y cuestionaron el moralismo caduco.
A partir de 1910 la presencia de Aurelia Navarro en la escena artística se redujo, aunque concurrió a los certámenes del Centro Artístico, Literario y Científico de Granada. También participó en iniciativas que se desarrollaron en España en la primera década del siglo con objeto de renovar el panorama artístico existente y fortalecer la profesionalización de los artistas, como la Asociación Española de Pintores y Escultores. Fundada en el año 1910, Aurelia Moreno figura entre los “Señores Socios de Número”, con el número 80, formando parte, por lo tanto, del primer grupo de artistas vinculados a la Asociación, cuyo número total ascendía a 267 y de los cuales, solo 11 eran mujeres. Su participación en la Asociación Española de Pintores y Escultores pone de relieve, una vez más, el compromiso contraído por parte de la artista con su actividad creativa y con su futuro profesional como pintora.
La producción artística de Aurelia Navarro muestra un variado perfil en cuanto a las temáticas representadas, predominando las representaciones de los personajes femeninos de su entorno más inmediato. Dichos personajes presentan una evolución que transita desde las protagonistas alegres y desinhibidas de sus primeros años -en el marco de la pintura costumbrista-, hacia mujeres inmersas en su mundo interior, sumidas en sus pensamientos y envueltas por un profundo sentido de la intimidad. También abordó Aurelia Navarro en su primera etapa el género del paisaje, ejecutado en plein air, lo que le permitió experimentar con los efectos lumínicos, intensas gamas cromáticas y una pasta pictórica de expresiva factura. En menor medida abordó las representaciones de flores, el bodegón y el desnudo, asunto que le reportó el mayor reconocimiento.
Tras la intensa trayectoria creativa que desarrolló Aurelia Navarro en las dos primeras décadas del siglo, en 1923 su prometedor futuro artístico se vio truncado al ingresar como monja en la Congregación de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento. Desde dicho momento residió en el convento de la orden en Córdoba, que no abandonó más que para desplazarse al Vaticano en 1933 para realizar un retrato de la fundadora de la Orden. Falleció Aurelia Navarro el 9 de febrero de 1968.
MAE, Magdalena Illán Martín, 2021.
Paisaje H. 1900. Dibujo al carbón sobre papel. 40 x 57 cm. Colección Ignacio Navarro. Jugando con las gallinas en el Carmen 1906 Óleo sobre lienzo. 182 x 116 cm. Colección privada. La merienda Óleo sobre lienzo. 180 x 115 cm. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1906, p. 64. Una bacante Óleo sobre lienzo. 58 x 75 cm. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1906, p. 64. | Una artista Óleo sobre lienzo. 86 x 118 cm. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1906, p. 64. Estudio Óleo sobre lienzo. 72 x 48 cm. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1908, p. 45. Retrato Óleo sobre lienzo. 66 x 42 cm. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1908, p. 45. Niña con cabrita Óleo sobre lienzo. 43 x 67 cm. Colección Ignacio Navarro.
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1904. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid (Mención honorífica). 1906. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid (Tercera medalla). 1908. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid (Tercera medalla). 1908. Exposición de Otoño. Granada, Centro Artístico y Literario. 1914. Exposición de Bellas Artes. Granada, Centro Artístico y Literario. 1916. Exposición de Bellas Artes. Granada, Centro Artístico y Literario. |
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