No se encontraron resultados
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.
Zaragoza, 1845 – ¿?
María Cardarelly es una de las primeras fotógrafas profesionales con estudio propio de las que se tiene constancia en España y la primera en Galicia. Aunque únicamente se dedicó tres años a esta profesión y apenas conocemos ejemplos de su producción, son especialmente célebres sus retratos de una joven Rosalía de Castro.
Eliseo Segond, Retrato de María Cardarelly, h. 1867.
María Cecilia Cardarelly Bousquet nació en Zaragoza en 1845. Era hija de Agustín Cardarelly (también escrito Cardarelli) y de Mariana Bousquet, un matrimonio de tintoreros de origen francés que, después de residir un tiempo en varias localidades gallegas, al menos desde 1851, se estableció en Santiago de Compostela en 1854.
La familia vivía en la humilde calle del Hórreo, en el número 46, donde ubicaron su negocio y donde María Cardarelly abrió su estudio en 1864, cuando tenía 19 años, aunque las condiciones del emplazamiento no eran las más adecuadas para un establecimiento de estas características. Desconocemos cuál fue su formación, aunque el fotohistoriador Carlos Castelao propone dos posibles opciones: que aprendiera la técnica con alguno de los fotógrafos que por aquellas fechas trabajaban en la ciudad (apuntando más concretamente la idea de que fuera con Eliseo Segond) o que se formara temporalmente con algún familiar francés (ya que por aquellos años encontramos el apellido Cardarelly vinculado al mundo de la fotografía tanto en París como en Marsella). En cualquier caso, la autora estuvo al frente del estudio durante casi tres años, hasta que en 1866 se trasladó junto a sus padres a Ferrol, donde continuaron con el negocio familiar de tintorería y donde probablemente ella abandonó la actividad fotográfica.
Su padre falleció a finales del año siguiente y apenas dos meses después, el 22 de enero de 1868, María Cardarelly contrajo matrimonio en la iglesia de San Xiao de Ferrol con Juan Velasco Martínez, un pintor y profesor de dibujo madrileño que llevaba un año en la cuidad. El 28 de julio de 1869 nació su única hija, Matilde Dolores Velasco Cardarelle, que falleció durante los años siguientes, aunque desconocemos la fecha exacta. Y esta no fue la única pérdida de la autora, pues en enero de 1878, cuando apenas llevaban diez años casados, murió también su marido.
Aunque no conocemos el año en que se produjo el enlace, en 1884 María Cardarelly estaba casada con Antonio Pérez Castro, un ingeniero militar que también falleció prematuramente, en mayo de 1884, quedando viuda por segunda vez. Durante los años siguientes, en los que la autora logró una cierta estabilidad económica gracias a la pensión que recibió, vivió únicamente en compañía de su madre, que murió a los 85 años en enero de 1899. Desde entonces, la única noticia que se tiene de María Cardarelly es que en 1910 se trasladó a Madrid, donde probablemente fallecería.
En cuanto a su producción, apenas conocemos cuatro obras atribuidas a la autora, quizá porque no siempre firmaba su trabajo o porque la ubicación y condiciones de su estudio le llevaron a practicar también una fotografía de carácter ambulante. En cualquier caso, se conserva un retrato de cuerpo entero de una niña de unos cinco o seis años y un retrato de Teresa Lamas Rey, en el que la protagonista aparece también de cuerpo entero sobre un fondo pintado que reproduce una escena de naturaleza, bajo el cual aparece el nombre de M. Cardarelly (aun así, la ausencia de un sello que lo corrobore lleva a los expertos a considerar que su autoría no estaría totalmente demostrada en este caso). Por último, sus obras más conocidas y reconocidas son la pareja de retratos de Rosalía de Castro que realizó hacia 1864. Son dos positivos a la albúmina que parecen resultado de una misma sesión, pues peinado y vestimenta son idénticos, a excepción del pendiente que luce únicamente en uno de ellos. Contrastan enormemente con los dos anteriores, tanto formal como conceptualmente, ya que estos son retratos de torso sobre un fondo desnudo y en ellos destaca la profundidad de la mirada y del gesto de una joven Rosalía de Castro.
A pesar de que únicamente se dedicó tres años a dicha profesión y, hasta la fecha, apenas se conocen ejemplos de su producción, la figura de María Cardarelly es especialmente relevante por ser una de las primeras fotógrafas profesionales con estudio propio de las que se tiene constancia en España y la primera en Galicia.
MAE, Blanca Torralba Gállego, julio 2021
|
|
ACUÑA, X. E., “Volve a fotografía. Retorna a memoria”, Revista das letras, 493, 2003, p. 7. AGUSTÍN LACRUZ, M. del C. y TOMÁS ESTEBAN, S., «Las primeras mujeres fotógrafas en Aragón: pioneras y modernas», Revista General de Información y Documentación, 28(2), pp. 621–658. CASTELAO, C., As orixes da fotografía en Galicia. Estudios composteláns do XIX, Santiago de Compostela, Alvarellos Editora / Consorcio de Santiago, 2018. | CASTELAO, C., María Cardarelly, un lostrego na fotografía galega, Padrón, Fundación Rosalía de Castro, 2017. CASTELAO, C., “Novas luces nunha relación: “Eliseo Segond e María Cardarelly” en el blog Memoria da imaxe. A fotografía pioneira en Galicia, 2019.
|
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.
Comillas, 1873 – Pau, 1933
Maria Lluïsa Güell, pianista, organista, compositora y pintora, fue una artista que se especializó en la acuarela y el óleo. Su gran tema pictórico fueron las composiciones florales, con las que ornamentó lienzos, abanicos y biombos. Expuso su obra en las salas más prestigiosas de Barcelona y obtuvo un notable reconocimiento del público.
Lluisa Vidal, Retrato de Maria Lluïsa Güell, 1901. Colección particular.
Maria Lluïsa Güell y López nació en el verano de 1873 en la Casa Ocejo de Comillas. Hija de Eusebi Güell y Bacigulpi, conde de Güell, y de Isabel López y Bru, marquesa de Comillas, creció en un ambiente culto, y fue educada entre Barcelona, Comillas y las estancias que realizó en diversas ciudades europeas.
Maria Lluïsa Güell dedicó toda su vida a sus dos grandes pasiones, la música y la pintura. Fue pianista, organista y compositora, y en lo que respecta a sus estudios musicales, sus maestros fueron los mismos que los de su hermana Isabel Güell, Josep García Robles y Melcior Rodríguez d’Alcántara, primero, y el célebre Eugène Gigout después, en París. Eusebio Güell se refirió a su hermana en esta faceta con estas palabras: “Mi hermana María Luisa tocaba el piano en aquella época de una manera excepcional y una de las piezas que mejor interpretaba era la rapsodia número 5 de Liszt, que era mi preferida”. Apenas se conservan tres piezas de su actividad compositiva, que cesó en 1896, fecha en que definitivamente se decantaría por la pintura, aunque continuó tocando como intérprete, deleitando a sus ilustres invitados con su destreza como pianista y organista en las selectas recepciones que organizaba.
Por otro lado, esta fecha coincide con su primera participación en una exposición artística, concretamente en la Exposición Femenina celebrada en el Salón Parés de Barcelona. A partir de entonces, expuso habitualmente en esta y otras galerías de prestigio de la ciudad, como el Faianç Català o las Galerías Layetanas. La autora, que se especializó en la acuarela y el óleo, pintó retratos y escenas de género de gran calidad, pero, sin duda, su gran tema pictórico fueron las composiciones florales, con las que, además de lienzos, ornamentó diversos objetos como abanicos o biombos. Con una poética cada vez más alejada del realismo mimético y más próxima a la estética modernista, la doctora Concha Lomba diferencia tres grupos de obras entre su producción pictórica y las describe de la siguiente manera: “Aquellas aparentemente más ortodoxas que, en ocasiones, alternan con frutos al modo que lo hacían los antiguos maestros y sus compañeras de profesión, para las que, sin embargo, llegó a emplear pinceladas más empastadas, logrando texturas casi matéricas con las que imprimió una gran expresividad a sus flores. En otras ocasiones, sin embargo, diluyó sus pinceladas creando delicadas atmósferas, construyendo escenarios en los que sus flores parecen flotar, con absoluta libertad, de forma simbólica, sin apenas tener en cuenta el dibujo. Finalmente, se dejó seducir por la estética japonesa, definiendo espacios casi vacíos y atmósferas neutras para privilegiar sus delicadas flores, abundando en la fragilidad de su imaginario”.
Maria Lluïsa Güell estuvo vinculada a la revista Feminal y, junto a sus hermanas, colaboró con el Institut de Cultura i Biblioteca Popular de la Dona y participó en diversas causas benéficas. Además, su presencia era habitual en todo tipo de eventos y celebraciones de la aristocracia catalana.
En 1931, tras proclamarse la Segunda República, la autora se trasladó a Francia junto a su hermana Mercedes Güell y se estableció en Pau, donde falleció dos años después, el 8 de mayo de 1933, a causa de la diabetes que padecía desde hacía tiempo, y fue enterrada en el panteón familiar. Maria Lluïsa Güell fue una autora de singular importancia, una mujer de carácter rebelde e independiente, y, en palabras de su padre, “una mujer vehemente y adelantada a su tiempo, de carácter original y bohemio, poco afecta a las normas y a las costumbres, y con un punto de excentricidad”.
MAE, Blanca Torralba Gállego, agosto 2021.
1896. Exposición Femenina. Barcelona, Sala Parés. 1918. Exposición de arte. Barcelona, Palacio de Bellas Artes. 1919. Exposición individual. Barcelona, Galerías Layetanas. | 1921. Exposición de arte. Barcelona, Palacio de Bellas Artes. 1926. Barcelona, Sala Parés. 1929. Exposición Internacional de Pintura, Escultura. Dibujo y Grabado. Barcelona. |
COLL, I., Diccionario de mujeres pintoras en la España del siglo XIX, Barcelona, Centaure Groc, 2001. FONTBONA, F. y MIRALLES, F. (1985) “Del Modernisme al Noucentisme 1888-1917”, Història del l’Art Català, vol. VII, Barcelona, Edicions 62, 1985. LOMBA SERRANO, C., Bajo el eclipse. Pintoras en España, 1880-1939. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2019. “Maria Lluïsa Güell, la pintora de roses”, en la revista digital Catorze. Cultura Viva (en línea), https://www.catorze.cat/passadis/maria-lluisa-guell-pintora-roses-49215/ (consulta: 20-08-2021). | Maria LLuisa Guell, pintora [catálogo de exposición], Barcelona, Palau Guell-Dioutació de Barcelona, 2016. MATEOS SAINZ DE MEDRANO, R., Los Güell. La pervivencia de un modo de ser, edición no venal, Estudi Gràfic Pedregosa, 2009. Miralles, F., “L’època de les avantguardes 1917-1970”, Història de l’Art Català, vol. VIII, Barcelona, Edicions 62, 1983. RIUS VERNET, N., “Maria Lluïsa Güell López”, en Diccionari Biogràfic de Dones (en línea), https://dbd.vives.org/bio.php (consulta: 20-08-2021). SANHUESA FONSECA, M., “Isabel y María Luisa Güell y López, dos compositoras en el Modernismo. Vida, entorno y catálogo de sus obras”, Butlletí de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, vol. 30, 2016, p. 47-63. |
CASELLAS, R., “El arte femenino en el Salón Parés”, La Vanguardia, 24-XII-1896, p. 4.
Exposició d’art: catàleg il·lustrat 1918, Barcelona, Establiment Gràfic Thomas, 1918.
Exposició d’art: catàleg il·lustrat 1921, Barcelona, Imprenta de Henrich y Cia, 1921.
Feminal, nº. 100, 25-VII-1915.
Feminal, nº. 127, 25-XI-1917.
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.
Cascante, 1905 – Buenos Aires, 1989
Adela Bazo fue una notable pintora navarra que emigró a Argentina a mediados del siglo XX, participó activamente en la escena artística internacional y logró gran reconocimiento por sus trabajos, en especial por sus paisajes rurales y portuarios, sus retratos y sus naturalezas muertas.
Fotografía de Adela Bazo y Cunchillos
Adela Bazo y Cunchillos nació el 20 de febrero de 1905 en la localidad navarra de Cascante, de donde procedía su padre, Pascasio Bazo Revuelta, que contrajo matrimonio con su madre, Carmen Cunchillos Moreno, de Tarazona, en el santuario de la Virgen del Romero. Residían en San Sebastián, pero por motivos familiares se trasladaron a Madrid, donde Adela Bazo estudió Ciencias Exactas en la Universidad Central, licenciándose en 1928. Durante los años siguientes, hasta su marcha a Argentina en 1948, la autora ejerció como profesora de matemáticas en el Instituto Lope de Vega, ubicado en el barrio de Chamberí, aunque fue su creación pictórica la que la dio a conocer.
Sin precedentes artísticos conocidos en su familia, a excepción de un especial gusto por la lectura, Adela Bazo empezó a desarrollar su vocación pictórica ya desde 1930, fecha de la que datan varias obras de esta primera etapa que reflejan una inclinación por el retrato y la representación de tipos corrientes. A partir de entonces, la autora comenzó a participar en diversas exposiciones, como por ejemplo la Exposición de Artistas Vascos, celebrada en 1931 con motivo de la inauguración del Museo de San Telmo en San Sebastián, a la que Adela Bazo presentó tres óleos, o la Exposición Nacional “Estampas de la Pasión” celebrada en Madrid en 1942, donde obtuvo una medalla por su obra El Sermón de la Montaña. Dos años después, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando le otorgó la beca Conde de Cartagena por La Vitrina, la cual le dio la posibilidad de ampliar sus estudios fuera del país. Adela Bazo continuó concurriendo a importantes certámenes, como la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1945, donde logro la tercera medalla con su pintura Paisaje Gallego, poniendo de manifiesto su predilección por el género del paisaje.
En 1948 la autora se trasladó a Argentina, donde se encontraba su hermano Manolo, por motivos relacionados con la herencia de su tío Antonio Cunchillos, y se instaló en Buenos Aires, donde desarrolló esa faceta pictórica que había iniciado en España, pues se dedicó exclusivamente a ello y a dar clases de pintura. Además, allí estableció relación con la esfera diplomática, lo que favoreció su participación como expositora invitada en la II Bienal Hispano Americana de los países del Caribe o su labor como miembro del Consejo Académico del Instituto Argentino-Hispánico. De esta manera, en este nuevo destino, Adela Bazo se rodeó de un círculo de amistades, intelectuales, artistas y diplomáticos que le permitió desarrollar con libertad su creatividad, y contó con el pintor Benito Quinquela Martín como maestro. La autora recorrió el país en busca de estampas, gentes y paisajes pintorescos que plasmar en sus óleos y acuarelas, que constituyen el núcleo temático de su producción, mostrando especial interés por los entornos de Mar de Plata y del pintoresco barrio bonaerense de La Boca.
Por tanto, en su obra, el paisaje es el género pictórico principal, y en particular los paisajes rurales y portuarios, pero entre sus pinturas sobresalen también los retratos, estampas religiosas y naturalezas muertas, motivos a los que concedió la misma importancia. En sus trabajos, a los que en muchas ocasiones otorga títulos evocadores, destaca la diversidad de ambientes, la riqueza del colorido, el uso expresivo de los empastes, el juego de luces y sombras o la frescura de los trazos, logrando así esa espiritualidad e ingenuidad característica de sus creaciones.
Adela Bazo recordó siempre con gran cariño su tierra natal, e incluso en los últimos años de su vida viajó a España con la intención de instalarse en Cascante o San Sebastián, pero no halló las condiciones que esperaba para ejercer como pintora ni conservaba allí a sus amistades, por lo que regresó a Buenos Aires, donde falleció en 1989 y fue enterrada en el cementerio de La Chacarita. Durante sus años en Argentina, país donde había alcanzó el mayor reconocimiento, Adela Bazo realizó varias exposiciones en Buenos Aires y Montevideo, fue una autora muy prolífica y apreciada, cuya obra se encuentra actualmente en colecciones públicas y privadas repartidas por todo el mundo (España, Argentina, Francia, Reino Unido, Italia, Noruega, Dinamarca, Portugal, Alemania, Canadá, EE. UU., Venezuela, Uruguay, Colombia).
MAE, Blanca Torralba Gállego, mayo 2021.
|
|
1931. Exposición de Artistas Vascos, San Sebastián, Museo de San Telmo. 1942. Exposición Nacional “Estampas de la Pasión”, Madrid. Medalla. 1945. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid. Tercera Medalla. 1949. Buenos Aires, Galería Witcomb. 1950. Buenos Aires. Galería Witcomb. 1950. Salón Nacional, Buenos Aires. 1950. San Salvador de Jujuy, Salas de la Comisión Provincial de Cultura. 1950. Resistencia, Centro Cultural Humanístico (repite en 1952). 1952. Buenos Aires, Galería Serra. | 1954. II Bienal Hispanoamericana de los países del Caribe. La Habana. 1955. Montevideo, Club Español. 1961. Buenos Aires, Salón de Exposiciones de Pinturería Colón. 1965. Exposición Hispano-Argentina. Buenos Aires, City Hotel. 1966. Mar del Plata, Club Pueyrredón. 1966. Buenos Aires. Salón Sarasate del Centro Navarro. 1967. Buenos Aires, Alvear Palace Hotel. 1975. Buenos Aires, Galería de Arte Goya del Instituto Argentino-Hispánico. 1979. Buenos Aires, Instituto Argentino Hispánico. |
“Adela Bazo” (en línea), http://www.cfnavarra.es/prm/AdelaBazo/adela-bazo.html (consulta: 15-05-2021). Adela Bazo (1905-1984), pintora de la emigración navarra en Argentina [Catálogo de exposición], Pamplona, Gobierno de Navarra, Dirección General de Relaciones Institucionales, 2008. Exposición de óleos de la pintora española Adela Bazo de Cunchillos [Catálogo de exposición], Buenos Aires, Instituto Argentino-Hispánico, 1975. ZUBIAUR CARREÑO, F. J., “[La pintora] Adela Bazo” (en línea), en la web Fco Javier Zubiaur Carreño, 2007, https://www.zubiaurcarreno.com/la-pintora-adela-bazo/ (consulta: 15-05-2021). |
|
“Adela Bazo y Cunchillos sabe pintar la emoción”, El Trabajo, Mar del Plata, 18-IV-1967. Catálogo de la Exposición de Artistas Vascos (Museo de San Telmo), 1931. “Galería de Arte Goya”, Faro de España, Buenos Aires, octubre de 1975. “Una exposición de Adela Bazo y Cunchillos”, Faro de España, Buenos Aires, 1-XII-1966. |
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.
Barcelona, 1893 – 1982
Madronita Andreu es una fotógrafa y cineasta amateur catalana que durante casi sesenta años se dedicó a grabar, componer y capturar momentos para configurar un singular álbum familiar y autobiográfico, creando un particular testimonio visual que recorre gran parte del siglo XX y constituye un conjunto fílmico y fotográfico excepcional.
Fotograma de la película Un instante en la vida ajena (2003, José Luis López Linares).
Madronita Andreu Miralles nació en Barcelona el 14 de noviembre de 1893 en el seno de una familia de la alta burguesía catalana. Era hija del célebre doctor Salvador Andreu, conocido internacionalmente por las pastillas para la tos que comercializó, y de Carmen Miralles, hermana del pintor Francisco Miralles.
Educada en un entorno culto y amante de las artes, desde muy joven sintió fascinación por la fotografía, y a los diecisiete años ya disponía de una habitación en casa de su padre para llevar a cabo las labores de revelado. Madronita Andreu compaginó durante toda su vida esta afición con la de rodar películas, que será su verdadera pasión, como evidencia el impresionante legado de esta autora autodidacta, compuesto por miles de fotografías y más de novecientas bobinas filmadas en 16mm (que en total suman más de ciento cincuenta horas). De esta manera, su obra, que desarrolló sin pretensiones artísticas más allá del entorno familiar y privado, pero velando concienzudamente por la conservación de sus películas, abarca desde 1910 hasta los años setenta, configurando un particular testimonio visual que recorre gran parte del siglo XX.
A comienzos de los años veinte su marido, el colombiano Mauricio Obregón, con quien tuvo tres hijos: Mauricio, Marta y Mariuca, le regaló su primera cámara cinematográfica. Desde entonces no dejó grabar, de componer y capturar momentos, creando un conjunto fílmico y fotográfico excepcional que evidencia una mirada cada vez más entrenada que destaca por el cuidado en el encuadre, la composición y los movimientos de cámara. Los protagonistas principales de su obra son sus familiares y su entorno más cercano, a los que organizaba y dirigía en las distintas sesiones que preparaba, jugando con todo tipo de accesorios, para que actuasen y posasen para ella. Además de este tipo de representaciones, Madronita Andreu actuó como reportera e inmortalizó todos los acontecimientos importantes de la vida de sus allegados, configurando un singular álbum familiar y autobiográfico.
La autora enviudó muy pronto, pero, después de unos años recluida en los que apenas utilizó la cámara, conoció a Max Klein, norteamericano de origen judío, con quien se casó y tuvo a su cuarta hija, Flora, que nació en 1935. Durante la guerra civil la familia residió en Suiza y al comenzar la primera guerra mundial se trasladaron a Nueva York, donde vivieron varios años hasta que, a finales de los cuarenta, regresaron a Barcelona, aunque sus hijos estudiaron en Inglaterra y en América. Madronita Andreu era una mujer aventurera y cosmopolita, que nunca dejó de viajar, descubrir nuevos lugares y filmar sus experiencias por todo el mundo. Entre su producción encontramos imágenes tomadas hasta mediados de los años sesenta en numerosas localidades españolas, pero también en otros países como Francia, Italia, Suiza, Tailandia, Japón, Nigeria, Canadá, Estados Unidos, Kenia, India, Uganda, Jamaica, etc.
Con todo ello, la autora confeccionó su obra, un vasto conjunto de valiosas filmaciones que en el año 2003 José Luis López Linares revisó y seleccionó para componer la película Un instante en la vida ajena, que constituye una auténtica (auto)biografía en imágenes de Madronita Andreu, que falleció el 7 de julio de 1982.
MAE, Blanca Torralba Gállego, julio 2021.
|
|
2005-2006. Fotògrafes pioneres a Catalunya. Barcelona, Palau Robert. |
COLITA y NASH, M., Fotògrafes pioneres a Catalunya [Catálogo de exposición], Barcelona, Institut Català de la Dona, 2005. SÁNCHEZ VIGIL, J. M., Del daguerrotipo a la Instamatic. Autores, tendencias, instituciones, Gijón, Ediciones Trea, 2007. GÓMEZ CASTELLÓ, S., Madronita Andreu (1893-1982). Un modelo de artista involuntaria. Tesis de máster, Universitat Politècnica de València, Facultad de Bellas Artes de San Carlos, Valencia, 2007. |
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.
Madrid, 1878 – 1948
Pintora, participó en las exposiciones nacionales de Bellas Artes celebradas en Madrid entre 1910 y 1934.
Marina (Galatea). 1912. Museo Nacional del Prado. En depósito en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
Flora López del Castrillo nació en Madrid el 24 de noviembre del año 1878. En 1935 vivió en la calle San Lorenzo, nº 4, con sus hermanas Remedios y Eulalia. Inicia estudios de pintura en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid en 1905, en concreto en las asignaturas de Dibujo del antiguo y ropajes y en Paisaje. En segundo cursó Perspectiva, Anatomía artística, Dibujo del antiguo y ropajes y Paisaje. El siguiente curso se matriculó en Teoría e Historia de las Bellas Artes, Anatomía artística, Dibujo del antiguo y ropajes y Paisaje. El último curso, el 1908-1909, se matricula en asignaturas similares al curso anterior, pero estudió también Perspectiva y Teoría y estética del color. Consiguió premios en todas las asignaturas y continuó vinculada a la Escuela hasta 1911. De su etapa como estudiante, cabe destacar que, en 1909 y en colaboración con parte del alumnado de la escuela, envió una queja al diario El Globo sobre las lamentables condiciones de la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado.
Uno de sus maestros en la escuela fue Antonio Muñoz Degrain, con quien no solo compartiría una relación profesional posteriormente sino también una gran amistad. Degrain influiría en su interés por el paisaje, género que continuaría cultivando y en el cual se especializó. Trabajó también de manera muy habitual en marinas.
Por otro lado, se presentó en diversas ocasiones a Exposiciones Nacionales de Bellas Artes: en 1910 consiguió una medalla honorífica y en 1912 presentó los lienzos El desayuno de la muñeca, Flores y Marina. Esta última obra consiguió una tercera medalla y fue destinada al Museo de Arte Moderno de Madrid, donde permaneció hasta que, en 1971, el Museo Centro de Arte Reina Sofía lo adquirió. Con la nueva reorganización de los museos estatales, la obra pertenece al Museo Nacional del Prado y fue depositada en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
También se presentó a la Exposición de Artes Decorativas en 1913 con las obras Brisas helénicas y Noche clara. Obtuvo una segunda medalla. Cuatro años después, en 1919, participó en la Exposición de Bellas Artes de Santander. Allí coincidió con otras artistas como María Luisa Pérez Herreri y Esperanza Cañizares, así como con Joaquín Sorolla o Timoteo Pérez Rubio.
Desde el 1 de mayo de 1920 ejerció como profesora de dibujo en la Escuela del Hogar y Profesional de la Mujer, donde educó a futuras artistas. Aunque cesó en su actividad durante unos meses por problemas de salud, en 1925 sería ascendida por quinquenio de 500 pesetas. Cinco años más tarde, en 1930, conseguiría un segundo ascenso de otras 500 pesetas y, tras otro quinquenio en 1935, un tercer ascenso de la misma cantidad y otras 1000 pesetas correspondientes a los dos quinquenios anteriores. Tras la Guerra Civil aún recibiría dos ascensos más por quinquenios en 1940 y en 1945.
De manera paralela a su labor educativa, continuó produciendo y presentando su obra a distintos certámenes artísticos. En 1926 volvió a concurrir a la Exposición Nacional de Bellas Artes con sus obras al óleo Amanecer en la playa (Valencia) y Rincón de paisajes, con las que obtuvo una segunda medalla. También se presentó, en 1927, al Salón de Otoño con Ninfas en el recreo campestre. En 1930 vuelve a la Exposición Nacional de Bellas Artes con Un arrabal (Orense) y Vuelta de la pesca (Málaga), que se exhibieron en la sala undécima, y en 1934 con Borrasca. Ese mismo año se presenta de nuevo al Salón de Otoño con Un arrabal (Orense) y en mayo de 1935 de nuevo a la Exposición Nacional de Bellas Artes con De vuelta a la pesca (Málaga).
Tras la Guerra Civil continuó con su labor docente y con su práctica artística hasta que, en 1948, se le concedió la jubilación forzosa como Profesora de Dibujo Artístico de la Escuela del Hogar y Profesional de la Mujer. Poco tiempo después, ese mismo año de 1948, fallecería a los setenta años de edad.
MAE, Clara Solbes Borja, mayo 2021.
El desayuno de la muñeca. 1912. Pintura (72 x 113 cm). Paradero desconocido.
Flores. 1912. Pintura (36 x 50 cm). Paradero desconocido.
Noche clara. 1915. Pintura (150 x 108 cm). Paradero desconocido.
Costa de Mallorca. 1917. Pintura (89 x 133 cm). Paradero desconocido.
Un astillero en la bahía de Vigo. 1917. Pintura (87 x 131 cm). Paradero desconocido.
Amanecer en la playa (Valencia). 1926. Pintura al óleo (101 x 76 cm). Paradero desconocido.
Rincón de Pasajes. 1926. Pintura al óleo (150 x 103 cm). Paradero desconocido.
Vuelta de la pesca (Málaga). 1930. Pintura. Paradero desconocido.
Borrasca. 1934. Pintura. Paradero desconocido.
Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1910. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1912. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1915. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1917. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1926. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1930. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1934. |
|
Diego Otero, Estrella de. La mujer y la pintura en la España del siglo XIX: cuatrocientas olvidadas y algunas más. Madrid, Cátedra, 2009. LOMBA SERRANO, Concha, Bajo el Eclipse. Pintoras en España, 1880-1939, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, colección Biblioteca de Historia del Arte, 2019. LOMBA, C.; BRIHUEGA, J.; GIL, R.; e ILLÁN, M. (coms.), Hacia poéticas de género. Mujeres artistas en España, 1804-1939, Zaragoza, Gobierno de Aragón, Valencia, Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, 2022. Pantorba, Bernardino de. Historia y crítica de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España [1948], Madrid, Jesús Ramón García-Rama, 1980. Villarejo Hervás, Vanesa. “Adorno” y profesionalización artística femenina. El caso de la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid desde un enfoque histórico-social y con perspectiva de género. Breve historia de un olvido reconocido (1903-1936), Trabajo Fin de Máster, Universidad Complutense de Madrid, 2018-2019. |
Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1910, p. 18. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1912, p. 36. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1915, p. 29. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1917, p. 31. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1926, p. 25 y 54. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930, p. 29. Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1934, p. 34. |
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.