Mariana Waldstein, pintora nacida en Viena, vivió en España, Francia e Italia y fue miembro de las Academias de San Fernando de Madrid, San Luca de Roma y de Bellas Artes de Florencia, a la que entregó en 1803 un Autorretrato en que se representó como pintora. Un caso excepcional, fruto del privilegio aristocrático —ostentó por matrimonio el título de marquesa de Santa Cruz—, que ilustra el arranque de un complejo entramado de transformaciones sociales y culturales del que participaron las artistas durante la etapa contemporánea. Al análisis de ese largo proceso, que arranca a comienzos del siglo XIX y termina tras la Segunda Guerra Mundial, está dedicado el Congreso Internacional Las artistas en la escena cultural europea. Un contexto en el que se prestará especial atención a los casos español, francés e italiano, y en el que se analizarán las relaciones estilísticas y profesionales establecidas por las propias artistas entre los diferentes países europeos. Relaciones que, sin duda, permitieron avanzar hacia la consecución de una formación, profesionalización y visibilización más igualitaria que, sin embargo, nunca fue plena.