Pintora. Fue discípula aventajada de Ignacio Pinazo. En octubre de 1887 fue nombrada profesora de Dibujo de la Institución para la Enseñanza de la Mujer y de la Escuela de Comercio para Señoras de Valencia.

Participó en la Exposición organizada con motivo de la visita a Valencia los días 27 y 28 de febrero de 1877 del rey Alfonso XII por el Ayuntamiento y la Diputación, en la que expuso doce dibujos, algunos de ellos copiados del natural. También expuso obras en la Exposición Artística, Industrial y Agrícola durante la Feria de Julio de 1879 organizada por el Ayuntamiento en el salón columnario de la Lonja, mostrando dibujos de Floreros y Bodegones reconocidos con medalla de cobre. Participó de nuevo en la exposición de la Feria de Julio en 1881, obteniendo una mención honorífica por el Retrato de una señora, y en la de 1882, con una escena de género costumbrista en la que aparecían dos mujeres arrodilladas en una iglesia.

En julio de 1882 se vieron sus obras de pintura de flores en la Exposición de los alumnos de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos organizada en el vestíbulo del Teatro Principal de Valencia, siendo la única mujer que concurrió a esta muestra. También en 1882 expuso en el Ateneo de Valencia con motivo del tercer centenario de santa Teresa, presentando un Florero.

En 1883 participó en la Exposición Regional Valenciana y, en diciembre, expuso un Florero en el comercio de material de bellas artes de Faustino Nicolás de la calle Zaragoza de Valencia. En 1885 se pudieron ver obras suyas en abril en la exposición en los escaparates en favor de los damnificados por las inundaciones de la Ribera y los terremotos de Andalucía, así como en junio en la Exposición del Ateneo de Valencia, presentando en esta última dos cuadros: uno con un grupo de Labradores y otro con Flores, una ramilletera y un pescador.

En 1886 participó en la Exposición de Bellas Artes organizada por el señor Solís con un lienzo que representaba a un Naranjero y con Una labradora antigua, realizados “a tamaño natural”. Al año siguiente, en 1887, participó durante los meses de abril a junio en el Salón Solís, con el retrato de Una labradora de forma solidaria en la rifa celebrada por los artistas valencianos para erigir un monumento a la memoria del pintor José de Ribera. En abril de 1888 expuso, nuevamente, en el antiguo Salón Solís.

En 1890 expuso en febrero y abril un cuadro de Flores, otro que representaba a Un floricultor, con un fraile leyendo un libro cerca de varias flores, y Un labrador, anciano, jugando a las cartas con una muchacha en el jardín de una bonita alquería, en el Salón de Bellas Artes de la calle Caballeros de Valencia. Este mismo año, además, envió a la Exposición Nacional de Bellas Artes el cuadro titulado ¿Cuántos dioses hay?, en el que mostraba a una señora sentada en elegante cama haciendo a una niña la pregunta que sirve de título al cuadro, del que la crítica destacó el hecho de haber sido pintado “con bastante limpieza y muy ajustado de luz y de color, llamando la atención las ropas de la cama y la figura de la niña”.

Entre sus obras se recuerda el retrato de medio cuerpo de Casilda Amorós y Manglano, hija de Cirilo Amorós, realizado en 1888, que se destinó a la Sociedad de Lo Rat-Penat, para su colección de reinas de los Juegos Florales.

Ossorio señala que recibió una medalla de cobre en reconocimiento a dos de sus obras, a las que se refiere como “un retrato” y “un florero”, por su participación en una exposición valenciana, sin especificar la datación o la localización de la misma.

Según apunta Pla Vivas, el periódico Las Provincias informaba, con fecha de 28 de noviembre de 1893, de la venta de uno de sus lienzos, el cual representaba a una labradora de la huerta de Valencia, en la Exposición Universal de Chicago.

MAE, Rafael Gil Salinas, 2019.