Anglada, Lola (Dolors Anglada i Sarriera)

 

Barcelona, 1892 – Tiana, Barcelona, 1984

Ilustradora, escritora, pintora y polifacética creadora, Lola Anglada debe ser considerada la pionera de la ilustración de autoría femenina en España. Especialmente relevantes son sus trabajos vinculados con el ámbito infantil. Mujer de fuerte personalidad y pensamiento catalanista, optó vivir para el arte de forma autónoma, al margen de imposiciones sociales.

Anglada, Lola

 

Lola Anglada nació en Barcelona, perteneciente a una familia acomodada, y recibió una educación tradicional y femenina. Su salud enfermiza le mantuvo largas temporadas en la casa de veraneo familiar, en Tiana, en la región del Maresme, donde se embriagó de la belleza natural del paisaje mediterráneo. Con tan solo tres años se dedicaba a dibujar todo a su alrededor, una afición que en su entorno familiar era considerada simplemente eso: un pasatiempo o habilidad favorecedor en una mujer de buena sociedad.

Pero la aptitud de Lola y su obstinación por adquirir conocimientos artísticos hicieron que le permitieran matricularse en la Escuela de la Lonja. Ingresó después en la Escuela de Arte de Francesc Galí, aunque este renunció a enseñarle por no querer privar a la joven de su espontaneidad, y Lola Anglada pasó a formarse en el taller de Antonio Utrillo primero, y en el de Joan Llaverias después.

Sería precisamente Llaverias quien intermediara para que Lola publicara sus primera ilustraciones en prensa en 1910, en la revista Cu-Cut!. Desde entonces sus trabajos, a menudo vinculados con el mundo de la infancia ‒no en vano ella misma afirmaba que su infancia inspiraba su obra‒, fueron apareciendo en diversas cabeceras: La Dona Catalana, Feminal, D’Ací i D’Allà, En Patufet… hasta ser ella misma la propietaria y creadora de una revista destinada al público femenino: La Nuri, proyecto que emprendió en 1925 y que alumbró diecisiete números.

Para entonces Lola Anglada ya se había ganado su reputación como ilustradora de cuentos infantiles. Sus primeros trabajos aparecieron en la editorial Muntañola, y realizó algunas adaptaciones de cuentos populares entre 1917 y 1919. Ya en la década de los años 20 ilustró algunos clásicos como Alicia en el país de las maravillas (1927), del que se han lanzado numerosas reediciones. De esos años datan sus primeros cuentos de producción propia en los que ella firma letra e imagen, tal es el caso de En Peret o Margarida, entre otros, ambos de 1929.

Su inquietud y su interés hacia el ámbito del libro y la creación le llevaron a París en 1921 donde, acompañada al principio por su madre, logró permanecer una temporada, motivada por alimentar su inteligencia artística y decidida a presentar sus dibujos en editoriales parisinas. En París, además de lograr su propósito de trabajar para algunas editoriales, Lola entró en contacto con artistas como José Clarà y Julio González. Frecuentaba además la compañía de un grupo de creadores que se mantuvieron aferrados a la figuración y que incluso rechazaban el movimiento moderno. En el terreno plástico, la propia Lola Anglada era partidaria de una estética tradicional fuertemente emparentada con los postulados del Noucentisme catalán, no solo en su aspecto formal sino también en lo conceptual. De hecho, en su estancia parisina coincidió con Francesc Macià y puede decirse que su catalanismo se activó (Moreno y Lara, 2004, 159).

La militancia catalanista de Lola le llevó a ingresar en 1932 en la directiva de Unió Catalanista como secretaria de Acción Cultural y Social. Durante los años de la II República el movimiento nacionalista catalán vivió momentos de fervor, la propia Lola describe en sus memorias el ambiente alegre y optimista que se vivía en Cataluña después de haberse proclamado la República (Anglada, 2015, 243). En esos años, sus creaciones ilustraron la publicación independentista Nosaltres Sols!

Durante la guerra, Lola Anglada continuó su trabajo colaborando en prensa. Sus dibujos aparecieron en dos semanarios infantiles, Mirbal y Estel. Célebre es su libro El mes petit de tots, publicación en tres idiomas que editó el Comissariat de Propaganda de la Generalitat, dirigido por Jaume Miravitlles, con el objetivo de ganarse las simpatías internacionales para la República. La artista recreó con su inconfundible estilo amable al pequeño miliciano ideado por el escultor Miquel Paredes, y lo convirtió en un héroe que encarnaba el ideal de libertad y propugnaba la paz.

Los años que siguieron a la contienda fueron un periodo difícil para Anglada. Por su vinculación con la República y el catalanismo fue tachada de “rojo-separatista” y tuvo grandes dificultades para trabajar. Debió mantenerse recluida en Barcelona hasta que se retiró definitivamente a la casa familiar de Tiana, donde vivió una suerte de exilio interior, en compañía de sus hermanas. Ella proyecta en sus memorias un amargo sentimiento de cautividad que paliaba a través de la creación: pinturas al óleo y al temple, dibujos, cerámicas…

Por fin a mediados de los años 40 colabora con Francesc Curet ilustrando varios de sus libros, todos ambientados en el pasado. Lola Anglada se refugia en la idea de tiempos pretéritos y más amables, al tiempo que sufre y lamenta la represión de su amada Cataluña. En los años que siguieron, siempre desde su aislamiento en Tiana, organizaba tertulias en su casa y retomó la creación de sus propios cuentos, Martinet apareció en 1962.

En los últimos años de su vida, que decidió vivir en soltería, siguió trabajando, dibujando, escribiendo sus memorias y viviendo de la manera en que ella misma quiso, como una mujer autónoma, entregada a su arte. Afortunadamente, a Lola Anglada ya le ha llegado su merecido reconocimiento como la gran ilustradora que fue, aunque todavía hoy su trabajo como pintora es poco conocido.

 

MAE, Inés Escudero, abril 2021.

Lola Anglada Sarriera, Barcelona, Faianç Català. 1916.

Lola Anglada, Barcelona, Salón de La Publicitat. 1917.

Lola Anglada-Sarriera, Barcelona, Galeries Dalmau. 1925.

Lola Anglada i Sarriera, Barcelona, Galeries Maragall. 1930.

Trenta dibuixos de Lola Anglada i Sarriera, Barcelona, Sala Renart. 1936.

La Barcelona dels nostres avis, Barcelona. 1948.

Lola Anglada, Barcelona, Sala Rovira. 1964.

Lola Anglada, Barcelona, Sala de El Tinell. 1973.

Exposición de dibujos de guerra de Lola Anglada, Barcelona, Sala d’Art Provincial Santiago Rusiñol. 1977.

Exposició homenatge de Catalunya a Lola Anglada, exposición itinerante por varias sedes de Cataluña. 1978-1980.

La Guerra Civil vista por Lola Anglada, Barcelona, Ateneu Barcelonès. 1986.

Lola Anglada i l’ideal del llibre, Barcelona, Diputació de Barcelona. 2005.

Presentes. Autoras de Tebeo de ayer y hoy, Roma, Academia de España. 2016-2017.

Tiana (mencionado memorias p. 20), 2010.

 

 

 

ANGLADA, L., Memòries 1892-1984, edición de Rius Vernet, N. y Sanz Coll, T., Barcelona, Diputació de Barcelona, 2015.

CADENA, J. M., La Guerra Civil vista per Lola Anglada, Barcelona, Diputació de Barcelona, 1986.

CASTILLO, M., Lola Anglada o la creació del paradis propi, Barcelona, Meteora, 2000.

LOMBA SERRANO, Concha, Bajo el Eclipse. Pintoras en España, 1880-1939, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, colección Biblioteca de Historia del Arte, 2019.

MORENO SANTABÁRBARA, F. y LARA GARCÍA, A., Veinte ilustradores españoles (1898-1936), Madrid, MCU, 2004.