Cabello Samitier, Juana

 

Zaragoza, 1846 – Santiago de Compostela, 30/08/1885

Juana Cabello es una de las primeras fotógrafas con estudio propio localizadas en Galicia. Abrió su gabinete en 1884 en el número 8 de la Rua do Franco en Santiago de Compostela y, aunque su trayectoria profesional fue breve y apenas se conocen tres de sus retratos, estos destacan por una notable calidad, superior a la habitual en aquella época.

Juana Cabello, Busto de dama, h. 1884. Colección de Carlos Castelao.

Cabello Samitier, Juana

 

Juana Cabello Samitier nació en Zaragoza en el año 1846. Era hija Joaquín Cabello Balfagón y de Joaquina Samitier Salas, ambos procedentes de familias aragonesas, y tuvo al menos una hermana, llamada Bernardina, que se casó con apenas 18 años. Por su parte, Juana Cabello contrajo matrimonio con Andrés Hermida Soto el 14 de marzo de 1876 en la iglesia de San Pablo de su ciudad natal.

Andrés Hermida (Vedra, La Coruña, 1845 – Xinzo de Limia, Orense, 1894) -hijo de José Hermida de Insúa y María Soto Cristovo, pertenecientes a una familia noble del Valle de Ulla- era militar de infantería, profesión que le llevó a ser destinado a diversas ciudades españolas desde muy joven. A finales de los años sesenta inició su relación con la ceutí Mercedes Espinosa López, con quien tuvo dos hijos -aunque no llegaron a casarse-, Emilia y Leopoldo, nacidos en 1871 en Cádiz y en 1873 en Algeciras, respectivamente. Después de ser trasladado a varias localidades más, finalmente, en enero de 1875, Andrés Hermida se encontraba en Zaragoza, y fue por aquellas fechas cuando conoció a la autora, iniciaron su relación y apenas un año después se casaron. Juana Cabello asumió los hijos de la relación anterior de su marido y, en julio de 1876, se trasladaron a su siguiente destino profesional Ceuta, donde apenas unos meses después nació su hijo, Luis Eusebio Hermida Cabello (1876-h. 1939). Durante los años siguientes realizaron numerosos traslados hasta que, en abril de 1881, Andrés Hermida fue destinado a su Galicia natal, y la familia se estableció en Santiago de Compostela.

No se conocen datos sobre la formación fotográfica de Juana Cabello, es posible que aprendiera el oficio en alguno de los gabinetes de su ciudad natal -en aquella época trabajaban en Zaragoza Mariano Júdez, Gregorio Sabaté, Manuel Hortet, Santos Álvarez y Leandro y Dublán, por lo que pudo formarse con alguno de ellos-, en cualquier caso, alrededor de 1884 la autora abrió su estudio fotográfico en Santiago, convirtiéndose así en la segunda mujer en hacerlo en dicha localidad, después de María Cardarelly. Este estaba ubicado en el número 8 de la Rúa do Franco, paralela a la prestigiosa Rúa do Vilar, la calle de los fotógrafos en Compostela, que albergó a lo largo de las décadas los mejores gabinetes de la ciudad -como son los de Palmeiro, Ksado, Sandine, Almejún, Arturo o Chicharro-.

Apenas se conocen tres de sus trabajos, tres tarjetas de visita -dos retratos de sacerdotes y un busto femenino- que destacan por presentar una notable calidad, superior a la habitual en aquella época. Los cartones son de color negro, con las esquinas redondeadas y los bordes dorados, en cuya parte inferior figura, también en dorado, su nombre o la dirección de su establecimiento, e incluso, en uno de los casos, el monograma de la fotógrafa compuesto por una letra J y una C entrelazadas. En cuanto a los retratos, la composición es convencional, pero llaman la atención por la calidad del papel y por el contraste de la imagen, que logra producir sensación de relieve -por lo que es posible que utilizase algún procedimiento al carbón, más laborioso-.

Resulta llamativa la ausencia de noticias o referencias en la prensa local sobre la actividad de Juana Cabello, así como el aparente fracaso comercial de su establecimiento, ya que, como revelan sus retratos, su capacidad técnica y profesional era evidente, pero esto no evitó que cerrase su estudio apenas unos meses después de haberlo abierto. Pudieron ser muchos los motivos que impidieron que lograse el éxito que hubiera merecido, aunque es posible que influyera el precio elevado de sus trabajos, debido a la técnica utilizada, y que ser mujer tampoco contribuyera, de hecho, merece la pena señalar que, como ocurre con tantas fotógrafas, Juana Cabello no utilizaba su nombre propio, sino únicamente su inicial, firmaba como “J. Cabello”.

Probablemente movida por un cambio de estrategia comercial, al año siguiente la autora aprovechó el cierre del gabinete de Manuel Palmeiro, que acababa de fallecer -concluyendo con su muerte la primera gran saga de fotógrafos de Santiago de Compostela-, ubicado en el número 25 de la mencionada Rúa do Vilar, para alquilarlo, aunque para ello tuvo que contraer una deuda que acompañaría a la familia durante años. Pero en lugar de utilizar su nombre o mantener la firma de Palmeiro beneficiándose de su prestigio, lo sorprendente es que los Hermida Cabello abrieron su nuevo establecimiento fotográfico en el sótano de aquel edificio a nombre de su hijo Luis Hermida Cabello, cuando este apenas tenía 8 años. El joven, que habría aprendido el oficio con su madre, debió mostrar verdadera habilidad para la fotografía ya que, aunque en un principio es de suponer que la gestión y la mayor carga de trabajo la desempeñase Juana Cabello, la autora falleció en agosto de aquel mismo año, mientras que el estudio de Luis Hermida continuó desarrollando su actividad durante unos años más. En cuanto a la producción de este, hay que señalar que, aunque es cierto que al contrario de lo que había sucedido con Juana Cabello su nombre sí que apareció en reiteradas ocasiones en la prensa de la época -aunque lo extraño es que en ningún caso se aludiese a su edad-, a día de hoy resulta especialmente complejo identificar sus trabajos, ya que continuó utilizando los cartones sobrantes que habían heredado de su antecesor en el estudio, Manuel Palmeiro.

MAE, Blanca Torralba Gállego, enero 2024, DOI: 10.26754/mae1803_1945

 

CASTELAO, C., As orixes da fotografía en Galicia. Estudios composteláns do XIX, Santiago de Compostela, Consorcio de Santiago / Alvarellos Editora, 2018, pp. 200-203.

CASTELAO, C., María Cardarelly, un lostrego na fotografía galega, Padrón, Fundación Rosalía de Castro, 2017.

CASTELAO, C., “Unha nova obra de Juana Cabello”, en el blog Memoria da imaxe, https://memoriadaimaxe.blogspot.com/2020/02/unha-nova-obra-de-juana-cabello.html?fbclid=IwAR2sARupMoEMoCMwUN3b3AM8SLkaI98F-pb9uRgufEfM4vXo1EByOwE2NLU

CASTELAO, C., “Los orígenes de la fotografía en Galicia”, en J. A. Hernández Latas (ed.), IV Jornadas sobre Investigación en Historia de la Fotografía. 1839-1939: Un siglo de fotografía, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2023, pp. 74-90.

PADÍN OGANDO, F., “Juana Cabello (1846-1885)”, en el blog Fotografas Pioneiras, https://www.fotografaspioneiras.com/index.php/2019/02/06/juana-cabello-1846-1885/

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