Garnelo Aparicio, Eloísa

Enguera, Valencia, 1863 – Montilla, Córdoba, 1907

Pintora. No llegó a realizar estudios específicos de Bellas Artes. Recibió clases de dibujo de su padre y, posteriormente, de su hermano José Garnelo y Alda.

Fotografía familia Garnelo (Eloísa se sitúa de pie detrás de su padre, a la izquierda).

Garnelo Aparicio, Eloísa

 

Pintora. Nació en Enguera (Valencia) en 1863 y murió en Montilla (Córdoba) en 1907. Eloísa fue fruto de las primeras nupcias del médico enguerino José Ramón Garnelo Gonzálvez con la montillana Josefa de la Cruz Aparicio Sarrión. Apenas conoció a su madre biológica ya que falleció unos meses después de su parto. El padre contrajo nuevamente matrimonio con su paisana Josefa Dolores Alda Moliner. Con cuatro años de edad, Eloísa se trasladó con su familia a Montilla, donde su padre ejerció su profesión y comenzó a vincularse con los círculos culturales de la ciudad cordobesa. El médico, hombre culto, transmitió a sus hijos su amor por las artes plásticas y la literatura, motivo por el que tres de ellos, Eloísa, José y Manuel, se consolidarían como artistas de renombre, mientras que Dolores heredó las dotes literarias de su progenitor y, desarrolló, su afición por la música a través del piano.

Eloísa pronto despuntó por su facilidad para el dibujo, el diseño y la pintura. No llegó a realizar estudios específicos de Bellas Artes, sin embargo, durante su infancia recibió clases de dibujo de su padre y, posteriormente, su hermano José Garnelo y Alda le instruyó y aconsejó durante los periodos vacacionales que pasaron juntos en Montilla.

A iniciativa de su padre, los tres hermanos presentaron sus trabajos en las Exposiciones de Bellas Artes, regionales, nacionales e internacionales, celebradas en aquellos años. Fue en 1887 cuando por primera vez concurrieron Eloísa y José a una Exposición Nacional (celebrada en la calle Jardines, núm. 5). Ambos presentaron sus trabajos en la sección de Pintura. Eloísa eligió un asunto inspirado en la cultura clásica: La hija de Butades (150 x 82 cm). Por esas fechas, los dos hermanos trabajaban conjuntamente en la decoración de la nueva iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Montilla. Según el historiador José Morte Molina, contemporáneo de la pintora, “en los recuadros que separan las ojivas, se ven diestramente ejecutados (…) tres medallones con ángeles y emblemas propios de la Inmaculada virgen”. La capilla se inauguró el 27 de mayo de 1888.

A partir de ese momento la producción pictórica de Eloísa no se detuvo. Ya era una mujer conocida en los ambientes artísticos del país y concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1890. Allí expuso en la Sección de Arte Decorativo donde se mostraron las obras Florero (28 x 45 cm) y Florero (65 x 28 cm), que el pintor y escritor Ceferino Araujo Sánchez calificó como “aunque son sencillos los dos floreros de doña Eloísa Garnelo, no por eso llaman menos la atención, por la maestría con que están ejecutados”.

En 1892, por primera vez, acudió a una Exposición Internacional de Bellas Artes, donde fue reconocida con Mención Honorífica por la obra Vendimiadoras montillanas, (también conocido como Vendimiadoras vendimiando),  llegando a ocupar la portada del rotativo La Ilustración Nacional, en cuyo interior, el crítico Enrique Contreras Camargo describió la obra como “brillante y sobrio color, correcto de dibujo, suelto y gracioso de factura, sencillo y discreto de composición y sentido como expresado, el lienzo que exhibe en el concurso la señorita doña Eloísa Garnelo revela que su autora es una artista consumada, que hace honor al apellido que lleva. Las vendimiadoras es uno de esos cuadros que más se admiran y que más elogios merecen por parte de la crítica y el público, lo cual demuestra que la señorita Garnelo ha conseguido un triunfo, por el que la felicitamos sinceramente”.

En los mismos términos se expresa el corresponsal del periódico El Liberal, que reproduce un dibujo de dicha obra. La escueta reseña catalográfica de la Exposición es contundente: “Eloísa Garnelo. Vendimiadoras montillanas. Cuadro de costumbres rurales. Bueno de color y dibujado como quisieran dibujar muchos pintores”. Unos meses después, La Ilustración Artística elogia “el trasunto fiel del natural, asunto interpretado felizmente y en el que hay que admirar la exactitud del colorido y su agradable entonación”. Por su parte, la crítica publicada en El Correo Español asevera sobre Garnelo que “es, de todas las señoras pintoras que en esta sala exponen, indudablemente la que, á haber un premio especial, se lo llevaría”, apuntando sobre su cuadro Vendimiadora montillana que “está dibujado con arte y valentía, y el color, así de las ropas como del paisaje, es simpatiquísimo”.

En 1894 la revista semanal Barcelona cómica le dedicó su edición del 17 de marzo, donde reflejó las dificultades de las mujeres artistas para cultivar el campo de las artes: “Eloísa Garnelo goza hoy en el mundo artístico de una tan envidiable y celebrada reputación (…). La aparición en el cielo del arte de una nueva estrella es mirada siempre con cierta innata prevención. ¿Qué es eso? –dicen las mujeres- ¿una de nosotras descollando por su talento sobre todas las demás? Y, sin embargo, si la mujer vale, estudia, se aplica y progresa, triunfa y vence en toda línea, sobreponiéndose a los obstáculos de los unos y las envidias de las otras. Esto ha sucedido a Eloísa Garnelo, autora de obras tan briosamente concebidas como ejecutadas y que apenas si convencen al que las ve, de que están firmadas por mano suave, blanca y fina de mujer elegante. Y es que los intérpretes del arte y la belleza, cuando cumplen esta elevadísima y sagrada misión parece que hacen abstracción completa del sexo”.

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1895 se mostró el retrato de la Señorita Inés (también aparece como Santa Inés) que, en opinión del crítico Barón de Alcahalí fue “bastante aceptable”. Al año siguiente, en la Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas organizada por el Ayuntamiento de Barcelona de 1896 obtuvo Segunda Medalla por su Tapiz florentino, obra que al año siguiente presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, con la que obtuvo Mención Honorífica. Éste mismo año participó en la muestra Arte Femenino organizada por el Salón Parés de Barcelona con un Jarrito de flores, que aparecía puesto sobre una ménsula. También colaboró con su hermano José en la preparación de pigmentos y materiales de pintura para su gran composición La gruta de Lourdes. Problemas respiratorios determinaron que Eloísa tuviera que aparcar la paleta y los pinceles durante unos años.

En 1901 participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes con la obra Melodía (96 x 80 cm). En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1904 expuso en la Sección de Arte Decorativo un grupo de dibujos titulado Trabajos para la enseñanza del dibujo artístico-industrial, siendo premiado con una Tercera Medalla, y la única mujer que es galardonada en ésta ocasión. Este grupo de dibujos, conformado por Formas elementales de la naturaleza y del arte, Fragmentos característicos de la ornamentación histórica y Objetos escogidos del arte decorativo histórico, fue editado en una Memoria ese mismo año. En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1906 (celebrada en la calle Recoletos, núm. 5), presentó el retrato de la Señorita Domitila (60 x 41 cm).

Falleció el 16 de febrero de 1907 en su hogar de la calle Corredera a los 45 años de edad. Sus restos mortales reposan en la cripta familiar de la parroquia de Santiago Apóstol.

MAE, Rafael Gil Salinas, 2019.

La hija de Butades. 1887. Pintura, 150 x 82 cm. Paradero desconocido.

Floreros. 1890. Pintura, 28 x 45 cm y 65 x 28 cm. Paradero desconocido.

Señorita Inés o Santa Inés. 1895. Pintura. Paradero desconocido.

Tapiz florentino. 1896. Tapiz. Paradero desconocido.

Jarrito de flores. 1897. Pintura. Paradero desconocido.

Melodía. 1901. Pintura, 96 x 80 cm. Paradero desconocido.

Trabajos para la enseñanza del dibujo artístico-industrial. 1904. Dibujos. Editados.

Señorita Domitila. 1906. Pintura, 60 x 41 cm. Paradero desconocido.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1887.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1890.

Exposición Internacional de Bellas Artes, Madrid, 1892.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1895.

Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas, Barcelona, 1896.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1897.

Muestra Arte Femenino del Salón Parés, Barcelona, 1897.

Exposición Nacional de Bellas Artes. Madrid, 1901.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1904.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1906.

 

 

 

ALCAHALÍ, Barón de (Ruiz de Lihory), Diccionario biográfico de artistas valencianos, Ed. F. Doménech, Valencia, 1897, p. 135.

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