Tejero, Delhy (Adela Tejero Bedate)

 

Toro, Zamora, 1904 – Madrid, 1968

Artista de gran capacidad técnica y creativa, y de una especial sensibilidad, se dedicó a la pintura, la ilustración y el muralismo, obteniendo importantes reconocimientos en esos ámbitos que le sitúan entre las más notables creadoras de la primera mitad del siglo XX.

Tejero, Delhy

 

Adela Tejero, que preferirá firmar con el nombre de Delhy, nació en la localidad zamorana de Toro, siendo la mediana de tres hermanas. Su infancia, marcada por el prematuro fallecimiento de su madre, transcurrió en un ambiente tradicional y conservador.

En Toro recibió clases de dibujo en la Fundación González Allende, y en 1925 se trasladó a Madrid con el objetivo de aprender a pintar y satisfacer así su destino vital, pues la artista estaba convencida de que para eso había nacido. Los diarios que escribía, sus “cuadernines”, son una inagotable fuente para interpretar el pensar y el sentir de esta introspectiva creadora.

En la capital estudió en la Escuela de Artes y Oficios mientras preparaba su ingreso en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde se matriculó en 1926. Allí coincidió con otras artistas como Francis Bartolozzi y Remedios Varo, con quien trabaría amistad, también con Maruja Mallo. En aquellos años se instaló en la Residencia de Señoritas, lo que también le permitió entrar en contacto con otras personalidades vinculadas a las vanguardias, como Torres García o Benjamín Palencia.

En 1924 publica su primera ilustración y empieza a colaborar en algunas publicaciones periódicas, aunque será en los años 30 cuando se consolide su trabajo como ilustradora en cabeceras importantes como Blanco y Negro, Crónica, La Esfera o Estampa. Sus magníficas creaciones gráficas bebían del imperante estilo art déco, de entre todas ellas podemos destacar su serie de ilustraciones para Blanco y Negro, titulada Estampas populares, donde reinterpreta los tipos populares.

Estos primeros trabajos, así como la decoración puntual de algún establecimiento comercial, le posibilitaban cierta independencia económica cuando todavía cursaba estudios en San Fernando, una autonomía que deseaba y que obtuvo durante los tres años en que ejerció como profesora en la Escuela de Artes y Oficios. Allí ocupó en 1931 la cátedra de Procedimientos de Pintura Mural. Ese mismo año había viajado a Bruselas y París para formarse precisamente en este campo, ámbito que interesó a Delhy y que le llevaría a ampliar su formación en Italia ya avanzada la década de los 30, para después emprender una amplia producción de obras murales, especialmente abundantes en la primera mitad de los años 40.

En 1933 tuvo lugar la primera exposición individual de Delhy Tejero, en el Círculo de Bellas Artes. En esos años concurrió además a todas las ediciones de las Exposiciones Nacionales desde 1930 hasta su interrupción por la guerra, en las que fue cosechando méritos. Pero fue su participación en la Exposición Concurso Nacional de Pintura sobre Trajes Regionales de 1934 la que le reportó gran reconocimiento, hasta el punto de que se le dedicó una plaza en su Toro natal.

Cuando ya había estallado la Guerra Civil, Delhy obtuvo un salvoconducto para ir a estudiar a Italia. Antes y después pasó por París, donde entró en contacto y expuso con el grupo surrealista por medio, seguramente, de su amiga Remedios Varo, que estaba allí desde 1937. Parte de esa poética surreal, unida a la tendencia hacia lo fantástico de la propia Delhy, que hacía años había imaginado unas curiosas figurillas ‒sus “duendinas” o musas‒ e inventaba cuentos e historias ilustradas de autoría propia, se dejó sentir en su producción de entonces.

Lamentablemente, casi toda esa obra fue destruida por ella misma a su regreso a España una vez terminada la guerra, en uno de los momentos de crisis interna y rechazo que experimentaba consigo misma y hacia su obra, que detestaba y consideraba impura. Instalada nuevamente en Madrid, se adentró en una fase solitaria de profunda espiritualidad avivada por la muerte de su padre en 1943. Se volcó entonces en la pintura mural, mientras su producción acusó un aletargamiento de los rasgos formales más innovadores. Y siguió participando en contadas exposiciones nacionales, incluso mostró sus dibujos y pinturas en dos exposiciones individuales en los años 1946 y 1947, con las que obtuvo éxito del público y la crítica, simpatizante de una plástica más conservadora.

Durante los años que siguieron, Delhy prosiguió su personal andadura artística, incorporando prácticas más experimentales. Aunque no abandonó nunca la vía figurativa, a finales de los 40 la artista toresana fue transitando el camino de la depuración formal, lo que le llevaría a soluciones cercanas a la abstracción. Sus experimentaciones pudieron verse en una nueva individual en 1951, aunque no fueron bien recibidas. Sus vaivenes estilísticos, entre una pintura más tradicional ‒la que presentaba a los concursos nacionales‒ y otra más moderna, abstracta y de nuevo surrealizante, eran interpretados como indecisiones que denotaban duda e inseguridad.

Pero el panorama artístico español comenzaba a abrirse puntualmente a ciertas manifestaciones artísticas con aire renovador, y Delhy insistió en la vía experimental llegando a concebir su propio lenguaje de arte nuevo al que llamó “perlismo”, consistente en incorporar polvo mineral a sus cuadros, dotándoles de una especial textura. Un decidido paso hacia la abstracción informalista que por aquella época practicaba Tàpies.

En los últimos años de su vida, tras sufrir un infarto, se sumió más profundamente en lo que ella misma denominaba “solitarismo”, pero siguió firmando composiciones murales, concibiendo cuentos y retomó la actividad como ilustradora hasta su muerte en 1968 provocada por una angina de pecho.

Al final del camino, tras las dudas y el sufrimiento que le había producido un día su propia obra, Delhy se reconocía feliz con su arte: siendo fiel a sí misma en cada momento, ella se convertía en una artista libre.

 

MAE, Inés Escudero, abril 2021.

En el circo, 1934

Catálogo de la Exposición Nacional de 1934, sec. Pintura y Arte decorativo, cat. 14, p. 92.

Exposición colectiva, Madrid, Embajada de Cuba. 1926.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, Palacio del Retiro. 1930.

XIII Salón de Humoristas, Madrid, Círculo de Bellas Artes. 1930.

Exposición en Bruselas, École Supérieure Logelain. 1931.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, Palacio del Retiro. 1932.

Exposición individual, Madrid, Círculo de Bellas Artes. 1933.

XVI Salón de Humoristas, Madrid. 1933.

Exposición Concurso Nacional de Pintura sobre Trajes Regionales, Madrid.1934.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, Palacio del Retiro. 1934.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, Palacio del Retiro. 1936.

Le rêve dans l’art et la littérature. De l’Antiquité au Surréalisme, París, Galerie Contemporaine. 1939.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, Palacio del Retiro. 1943.

Una escultora y dos pintoras, Madrid, Galería Estilo. 1946.

Exposición colectiva, Madrid, Instituto Británico. 1946.

Exposición individual, Madrid, Museo de Arte Moderno. 1947.

Arte Español Contemporáneo, Buenos Aires, Museo de Bellas Artes. 1947.

La acuarela en la joven pintura española, Madrid, Galería Buchholz. 1947.

I Exposición Nacional de Artes Decorativas, Madrid, Palacio del Retiro. 1947.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, Palacio del Retiro. 1948.

Exposición individual, Madrid, Instituto Internacional Boston. 1951.

I Bienal Hispanoamericana de Arte, Madrid, Palacio del Retiro. 1951.

Exposición Internacional de Arte Abstracto, Santander, Museo Municipal y Palacio de la Magdalena; Madrid, Museo de Arte Contemporáneo. 1953.

Pinturas sobre temas de tren, Madrid, Sala Turner. 1953.

II Bienal Hispanoamericana de Arte, La Habana. 1954.

III Bienal Hispanoamericana de Arte, Barcelona. 1955.

Exposición individual, Madrid, Sala de la Dirección General de Bellas Artes. 1955.

Picasso et l’Art Contemporain Hispano-Americain, Ginebra, Museo de Arte e Historia. 1956.

Exposición individual, Salamanca, Escuela de Bellas Artes de San Eloy. 1959.

Exposición individual, Valladolid, Caja de Ahorros de Salamanca. 1959.

Delhy Tejero, 1904-1968. Ciento once dibujos, Madrid, Museo Municipal de Arte Contemporáneo. 2005.

Delhy Tejero. Representación, León, Edificio Botines Caja España; Salamanca, Sala de Exposiciones de Santo Domingo de la Cruz; Zamora, Centro Cultural Caja España; Segovia, Sala de Exposiciones de La Alhóndiga; Ávila, Palacio del Episcopio; Valladolid, Sala Municipal de Exposiciones Teatro Calderón; Burgos, Arco de Santa María; Palencia, Salas de Exposiciones Caja España. 2009.

 

 

 

ALAMINOS, E., Delhy Tejero, 1904-1968. Ciento once dibujos, Madrid, Ayuntamiento de Madrid y Museo Municipal de Arte Contemporáneo, 2005.

LOMBA SERRANO, Concha, Bajo el Eclipse. Pintoras en España, 1880-1939, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, colección Biblioteca de Historia del Arte, 2019.

MARTÍN-MEDINA, J., Delhy Tejero. Representación, Valladolid, Caja España y Junta de Castilla y León, 2009.

VILA TEJERO, M. D., y SÁNCHEZ SANTIAGO, T. (eds.), Delhy Tejero. Los cuadernines (Diarios 1936-1968), Zamora, Diputación de Zamora, 2004.

www.delhytejero.com