Carabia de Foyos y Espert, Elena

 

Valencia, 1880-1897

Pintora. Pertenecía a una familia acomodada de la burguesía valenciana. El Museo de Bellas Artes de Valencia conserva dos obras de su mano. José Mongrell trabajó para su familia al menos en cinco ocasiones por lo que es probable que recibiera clases del pintor.

José Mongrell, Elena Carabia con sombrilla, 1895. Museo de Bellas Artes de Valencia

Carabia de Foyos y Espert, Elena

 

Elena Carabia de Foyos y Espert (Valencia, 1880-1897) era hija de Vicente Carabia y de Isaura Espert. Su padre, Vicente Carabia de Foyos y Vidal, pertenecía a una distinguida familia de Tarragona y en Valencia ejerció como abogado del Consulado de Francia. La madre, Isaura Espert y Fulco, era una dama de la alta sociedad valenciana. El matrimonio vivió en la calle Pizarro de Valencia y se integraron en los círculos culturales más distinguidos de la época. Tuvieron una única hija, Elena, que falleció el 16 de septiembre de 1897, a los diecisiete años de edad, a causa de una fiebre tifoidea. Su esquela apareció al día siguiente en la portada del diario El Mercantil Valenciano, que incluyó asimismo una crónica sobre la joven fallecida, enterrada en el panteón familiar del Cementerio de Valencia.

El padre de Elena, Vicente Carabia, había luchado como oficial del ejército en la guerra de Cuba y también en la última guerra carlista en España. Isaura Espert, su madre, se casó en segundas nupcias con D. Francisco de Asís Vasco y Vasco, conde de la Conquista de las Islas Batanes, Magistrado del Tribunal Supremo y maestrante de Ronda. Tras el fallecimiento de Elena ( y dos años después su primer marido), Isaura Espert (1853-1931), condesa viuda de la Conquista de la Isla de los Batanes, se dedicó a ejercer la caridad. Fue tras la muerte de su segundo esposo en 1922 cuando creó en memoria de su hija la Fundación Santa Elena, legando su fortuna a la entidad que comenzó su funcionamiento en marzo de 1931 tras la muerte la condesa.

El Museo de Bellas Artes de Valencia conserva dos óleos con la efigie de Elena Carabia: el primero es un cuadro en el que aparece una joven Elena Carabia con sombrilla, la segunda pieza es un retrato post-mortem fechado el 16 de septiembre de 1897 y titulado Muchacha muerta rodeada de flores. Ambas obras fueron realizadas por el pintor José Mongrell Torrent (1870-1937) y son patrimonio de la Fundación Benéfica Santa Elena de Valencia depositadas en el museo junto a otras dos telas al óleo realizadas por la propia Elena Carabia.

El pintor José Mongrell, autor de ambos retratos, nació en Valencia y se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos entre 1885 y 1891. Fue discípulo de Ignacio Pinazo (1849-1916) y Joaquín Sorolla (1863-1923) ejerció gran influencia en su pintura. Se especializó en retrato y tuvo su estudio en la plaza Mosén Sorell de Valencia, donde pintó a la burguesía de Valencia y más tarde a la de Cullera. En esta ciudad residió hasta trasladarse a Barcelona donde ejerció la docencia en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge hasta su muerte.

En Valencia, Mongrell realizó al menos cinco obras para la familia de Elena Carabia, tres de ellas forman parte del legado de la Fundación Santa Elena depositado en el Museo de Bellas Artes. Además, según afirmaba en diciembre de 1897 El Mercantil Valenciano pintó otros dos encargos para Vicente Carabia, padre de la joven: un cuadro en el que aparecía Elena y su madre con su padre cazando al fondo; y un retrato de Elena en la tapa de un reloj, que según el cronista guardaba gran parecido con la joven a pesar de haber muerto dos meses antes.

Es evidente por los encargos conocidos que la familia Carabia mantenía una estrecha relación con el pintor, pues al menos ejecutó cinco obras para ellos entre 1891 y 1897, por lo que es fácil suponer que durante el mismo periodo en el que Elena Carabia desarrolló su precoz actividad pictórica pudiera recibir clases de Mongrell. Los dos lienzos de su mano, Paisaje y Un banco del parque (ambos datados en 1897), como señalábamos depositados en el Museo de Bellas Artes de Valencia, demuestran el talento de una joven dama de la alta sociedad cuyo carácter y creatividad fue muy ensalzado tras su temprana muerte.

El Mercantil Valenciano del 17 de septiembre de 1897 publicaba una emotiva despedida donde el cronista afirmaba: “Elena ha sido en estos últimos meses la niña mi­mada de la buena sociedad: su posición, su belleza, su elegancia, sus naturales encantos, la delicadeza de sus sentimientos y la ternura de su ingenio, la hacían elemento indispensable y astro de primera magnitud en los salones, en las fiestas del sport y en todas par­tes donde se congrega lo más exquisito de la sociedad valenciana. Y la que en los salones brillaba era en el hogar una criatura de excelentes virtudes amante del trabajo, que compartía el tiempo entre sus aficiones artísticas, las labores más delicadas y propias de su sexo, los más vul­gares quehaceres domésticos y el cuidado de sus padres”.

MAE, Mariángeles Pérez-Martín, diciembre 2019.

 

 

 

 

MORANT GIMENO, Ana María, “José Mongrell (1870-1937) y la burguesía valenciana: Nuevas identificaciones”, Archivo de Arte Valenciano, XCII, 2011, pp. 255-265.

El Mercantil Valenciano, 16 de octubre de 1899, p. 3.

El Mercantil Valenciano, 23 de diciembre de 1899, p. 3.

El Mercantil Valenciano, 17 de septiembre de 1897, pp. 1 y 3.