Velasco Saavedra, María Dolores

Sevilla, ca. 1807 – doc. 1862

Pintora y académica de Bellas Artes de San Fernando. Se formó en Sevilla en la escuela de la Sociedad Económica. En 1836 obtuvo una pensión para viajar a Roma, aunque por el fallecimiento de su padre no pudo ir disfrutó de su pensión en Madrid.

La Magdalena, 1833Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Velasco Saavedra, María Dolores

 

Pintora y académica de Bellas Artes. En febrero de 1817, la Gaceta de Madrid reseñaba en su crónica sobre la entrega de premios de la Real Sociedad Económica de Sevilla a las seis alumnas más destacadas de la “escuela de niñas pudientes” establecida en abril de ese año en Sevilla, entre ellas estaba María de los Dolores de Velasco. Había superado el examen de doctrina cristiana, leído en prosa y verso, y contestado a las preguntas sobre las reglas de la aritmética; como premio se le regaló a cada una “una cajita con varios instrumentos y utensilios para costura”.

Años después, en abril de 1832, solicitaba a la misma Sociedad que informara de su mérito para en caso afirmativo se le nombrase socia facultativa. En su escrito manifestaba que era alumna de Santa Florentina, tras obtener sobresaliente en los exámenes de la Económica se dedicó a las bellas artes, copiando obras famosas en escultura y en pintura. El 10 de mayo de 1832 a la vista del mérito de sus pinturas y esculturas, y a su soltura y conocimiento en la traducción del francés, la Junta de la entidad sevillana acordó nombrarla facultativa de Bellas Artes.

Poco después, en 1833 presentó una solicitud de ingreso como académica de mérito en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, para lo cual envió varias obras. La Cabeza del Bautista, de un Niño, el busto de Felipe IV, un bajorrelieve en cera de Manuel Fernández Varela, vicepresidente de la Sociedad sevillana y el Retrato de la madre de la artista. Tras realizar el ejercicio de prueba acordado, un cuadro de la Magdalena (de Murillo) de medio cuerpo del tamaño del natural, ejecutado en la Sala de Colorido de la propia Academia, la Junta votó en secreto creándola por unanimidad académica de mérito por la pintura histórica.

Tras obtener el título solicita una pensión real para desplazarse a Roma a continuar así su perfeccionamiento artístico. En abril de 1836 se le concede una pensión de dos años para desplazarse a la capital italiana con un sueldo de ocho mil reales. Ese año aparece en los registros de copistas del Museo del Pardo copiando originales de Murillo, Zurbarán, Rafael, Mengs o Tiziano. Presenta un Florero en la Academia y una Liebre copia de Bartolomé Montalbo, junto a un Retrato antiguo, una Matrona con la cabeza del Bautista y un Niño Dios dormido con cruz.

Además, ese año pide permiso para copiar los medios puntos de Murillo. El fallecimiento de su madre impide que pueda desplazarse a Roma y solicita disfrutar de la pensión en Madrid, sueldo que disfrutará hasta al menos 1844. Sigue apareciendo como copista de obras de la entidad hasta 1848. También presenta en 1840 su Magdalena penitente en la Academia y en 1849 expone en el Liceo Artístico y Literario de Madrid un Retrato de fray Gerundio y un Frutero, junto a otras copias.

MAE, Mariángeles Pérez-Martín, enero 2021.

 

 

NAVARRETE MARTÍNEZ, Esperanza, Real Academia de Historia. Diccionario biográfico online,   http://dbe.rah.es (Consultado 20-XI-2021).

NAVARRETE MARTÍNEZ, Esperanza, La Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Pintura en la primera mitad del siglo XI, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999.

PÉREZ-MARTÍN, Mariángeles. “Del salón al gabinete, académicas en la España del XIX”, en Gil Salinas, R. y C. Lomba (coords.), Olvidadas y silenciadas. Mujeres artistas en la España contemporánea. Valencia, Publicacions de la Universitat de València, 2021, pp. 75-94.

 

Gaceta de Madrid, 18-II-1817, nº 21, p. 201.