Leroux Morel, Madeleine (Magdalena)

 

París, 1902 – Madrid, 1985

 

Pintora francesa afincada en España desde los años 30, proveniente de una familia de artistas. Cultivó el paisaje y el bodegón y obtuvo el reconocimiento de sus coetáneos. El Museo Pérez Comendador-Leroux de Hervás (Cáceres) está dedicado a su figura y a quien fuera su esposo, el escultor Enrique Pérez Comendador.

 

 

Autorretrato, 1942, Museo Pérez Comendador-Leroux

Magdalena Leroux

 

Madeleine Leroux nació en París, en el seno de una familia de artistas. Su padre, Auguste Leroux, era profesor en la Escuela de Artes y Oficios y Bellas Artes de París, y su tío Georges Paul también era pintor. El ambiente artístico familiar llevó a Magdalena y a sus dos hermanos menores, Lucienne y André, a recibir formación artística en la Escuela donde impartía clases su padre, que les transmitió su interés por la escuela española de pintura.

Así, tras haber obtenido importantes reconocimientos artísticos en su juventud, entre ellos una medalla de oro en el Salón de París de 1926 y un segundo premio del Grand Prix de Rome en 1927, la artista viajó a España en 1929 gracias a una pensión del Instituto de Francia para estudiar en la Casa de Velázquez de Madrid, formando parte de la segunda promoción de artistas residentes desde la inauguración de esa célebre institución. En Madrid conoció al escultor Enrique Pérez Comendador, con quien se casó en 1931 en París, y se instalaron en España.

La carrera profesional de la artista en España, referida a partir de entonces como Magdalena Leroux de Pérez Comendador o incluso Leroux Comendador, tal y como firmó muchas de sus obras, mantuvo el buen ritmo con que había arrancado, y participó en diversas exposiciones: el Salón de Otoño de 1931, la Exposición de trabajos de los artistas becados en la Casa de Velázquez ese mismo año, la Nacional de Bellas Artes de 1932 o el Concurso Nacional de Pintura sobre Trajes Regionales de 1934, en el que obtuvo un accésit de 500 pesetas. Destaca la muestra individual que protagonizó en el madrileño Círculo de Bellas Artes en 1932, que le mereció el elogio de la crítica especializada. No perdió tampoco el contacto con su ciudad natal, y allí expuso en varias ocasiones en esa década de los 30: el Gran Salón de Primavera y una individual en la Oficina Española de Turismo en 1934, y la muestra que en 1935 reunió el trabajo de varios artistas que habían sido pensionados en la Casa Velázquez, incluida su hermana Lucienne Leroux, que ese año disfrutó de su estancia española en la residencia de artistas.

Merece la pena recordar, a colación de esta última muestra, el comentario de Francisco Melgar en el diario Ahora, refiriéndose a las creaciones de Magdalena Leroux como “obras muy personales y que revelan excelentes condiciones de adaptación artística”, ya que la autora no se fijaba en los motivos habitualmente considerados propios de lo pintoresco español, sino que miraba los paisajes, su género pictórico predilecto, con verdaderos ojos. En un sentido similar, Gil Fillol dedicó un artículo de prensa a Leroux con motivo de su exposición en el Círculo de Bellas Artes del año 1932 titulado “La pintora españolizada Madeleine Leroux”, alabando precisamente la “conversión” de esa “pintora de Montmartre” que supo infundir a sus creaciones el auténtico espíritu español: un colorido jugoso sobre unos rudimentos modernos, sin perder la sobriedad de su formación parisina.

Entre los años 1934 y 1939, Magdalena Leroux residió en Italia, donde acompañó a su esposo que fue pensionado de la Academia de España en Roma, y uno de los artistas que expuso en el pabellón español de la Bienal de Venecia de 1938, en la muestra comisariada por Eugeni D’Ors. Ese mismo año, Magdalena Leroux y el escultor celebraron una exposición conjunta en Roma a cuya inauguración asistió al ministro italiano de Cultura Popular, Dino Alfieri.

Cuando terminó la Guerra Civil el matrimonio regresó a España. En noviembre de 1939, la artista fue nombrada pintora de historia por el Jefe de los Servicios de Prensa del gobierno franquista, Samuel Ros, para registrar el traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera desde Alicante hasta El Escorial.

La artista prosiguió con su trayectoria profesional durante los siguientes años, consolidando su trabajo a través de una gran actividad con frecuentes exposiciones en diversas galerías y menciones en prensa, y recibiendo algunos elogios. En la Exposición Nacional de 1941 presentó dos obras: un paisaje de Roma de buena factura, y un bodegón en el que se lució con brillantez, según coincidieron diversas voces, entre ellas la del crítico Manuel Abril (Medina, 1941).

Lo cierto es que Magdalena Leroux estaba especialmente interesada en la pintura de paisajes y las naturalezas muertas, y las practicó en abundancia, como también concibió diversos retratos y algunos autorretratos. Trabajó distintas técnicas, entre su producción hallamos numerosas acuarelas además de óleos, y realizó asimismo trabajos de ilustración, como los firmados para la revista Blanco y Negro, o el dibujo del libro del poeta emeritense Jesús Delgado Valhondo, La esquina y el viento (1952). En 1962 incluso llevó a cabo una decoración en mosaico en el pequeño ábside de la capilla del convento de El Palancar, conocido como “el conventito” por sus modestas dimensiones, en la provincia de Cáceres.

Entre 1969 y 1973 regresó a Roma, donde su marido dirigía la Academia de España, labor en la que la propia Magdalena colaboraba activamente.

Los últimos años de su vida se volcó en la creación de un museo que albergara y recordara la figura de su ya fallecido esposo, una labor que se materializó en el Museo Pérez Comendador-Leroux de Hervás (localidad cacereña de nacimiento del escultor y lugar en el que ambos artistas reposan), que se hizo realidad en 1986, tan solo al año siguiente del fallecimiento de la pintora. Su querencia por España quedó plasmada en su legado artístico y en sus palabras, como las que dedicó a la entrevista concedida a la revista femenina Y con motivo de su participación en la Exposición Nacional de 1945, donde afirmaba “que siento un gran amor hacia España, y que mis pintores favoritos son Velázquez, Zurbarán, Goya y Delacroix” (Y, 1945).

MAE, Inés Escudero Gruber, 2023

Stylite, 1927. Salón de París. Segundo premio del Prix de Rome.

Bodegón, 1932. Exposición Nacional de Bellas Artes de 1932.

Paisaje mediterráneo, h. 1931. Acuarela (93 x 76 cm). XI Salón de Otoño, 1931.

Paisaje mediterráneo, 1932. Exposición Nacional de Bellas Artes de 1932.

Villa Celimontana (Roma), exhibida en la Exposición de Artistas Franceses Contemporáneos de 1943.

1921. Salón de París.

1923. Salón de París.

1926. Salón de París (Medalla de Oro).

1927. Salón de París (Prix de Rome, segundo premio).

1931. Exposición de trabajos de los artistas becados, Madrid, Casa de Velázquez.

1931. XI Salón de Otoño, Madrid.

1932. Exposición individual, Madrid, Círculo de Bellas Artes.

1932. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid.

1932. Concurso Nacional de Pintura de 1932, Madrid. Premio Nacional de Acuarela

1933. Exposición en Cáceres

1934. Gran Salón de Primavera, París.

1934. Exposición individual, París, Office National Espagnol du Tourisme.

1934. Concurso Nacional de Pintura sobre Trajes Regionales, Madrid (accésit de 500 pesetas).

1935. Exposición de antiguos alumnos de la Casa de Velázquez, París.

1938. Exposición de Magdalena Leroux y Enrique Pérez Comendador, Roma.

1940 o 1941. Exposición Nacional de Barcelona.

 

1941. Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, Palacio del Retiro.

1942. Exposición individual, Madrid, Sociedad Española de Amigos del Arte.

1942. Exposición Nacional de Bellas Artes de Barcelona.

1943. Exposición de Artistas Franceses Contemporáneos, Madrid, Museo de Arte Moderno.

1944. Bilbao

1944. Zaragoza

1945. Badajoz

1947. Valencia

1947. Exposición internacional de El Cairo.

1959. Cáceres

1959. Badajoz

1969. Exposición de Magdalena Leroux y Enrique Pérez Comendador, Madrid, Galería Ramón Durán.

1973. Exposición colectiva, Madrid, Salones Berkowitsch.

1978. Exposición-homenaje a la pintora, Badajoz

2003. Cáceres, Museo Casa Pedrilla

2015. Paradeisos: la flor y el jardín en la pintura de Magdalena Leroux, Hervás, Museo Pérez Comendador de Hervás.

BARREDA PÉREZ, M.D., “Recordando… Madelein Leroux Morel”, Asociación de Pintores y Escultores, 2022, https://apintoresyescultores.es/recordando-madelein-leroux-morel/ (consultado el 16-02-2023).

Museo Pérez Comendador-Leroux, https://mpcl.net/

ABRIL, M., “Exposición Magdalena Leroux y otras”, Luz, 26/05/1932, p. 5.

ABRIL, M., “De la Nacional de Bellas Artes”, Medina, 07-12-1941.

BARBERÁN, C., “La obra de la mujer en la Exposición Nacional de Bellas Artes”, Y. Revista para la mujer, n. 48, 01-1942.

BENSON, B., “Exposición de Artistas Franceses Contemporáneos”, Medina, 05-12-1943.

Catálogo oficial de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1932, Madrid, Blass, 1932, sec. Pintura, cat. 57 (p. 14) y cat. 132 (p. 22).

Catálogo oficial de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1941, Madrid, Blass, 1941, sec. Pintura, cat. 12 (p. 10) y cat. 231 (p. 37).

Catálogo oficial de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Barcelona, Barcelona, Instituto Gráfico Oliva de Vilanova, 1942, sec. Pintura, cat. 325-326, pp. 122-123.

Catálogo del Undécimo Salón de Otoño, Madrid, Gráficas Nacional, 1931.

FILLOL, G., “El undécimo Salón de Otoño”, Ahora, 25-10-1931.

FILLOL, G., “La pintora españolizada Madeleine Leroux”, Ahora, 01-07-1932.

FRANCÉS, J., “La parábola de los valores en la Exposición Nacional”, Crónica, 12-06-1932.

J.F., “Guía de la Exposición Nacional de Bellas Artes, para una visita rápida”, Crónica, 29-05-1932.

“La exposición de la notable pintora Madeleine Leroux”, Ahora, 18-05-1932.

MELGAR, F., “Imágenes de España, o España vista por los artistas extranjeros que han ido pensionados a Madrid”, Ahora, 14-12-1935.

“Siete pinceles y un cincel femenino en la Exposición Nacional de Bellas Artes”, Y. Revista para la mujer, 08-1945, pp. 36-37 y 45.

LEZAMA, A. de, “Exposición Nacional de Bellas Artes”, La Libertad, 16-06-1932, p. 2.

“Noticiario de Madrid”, La Tierra, 06-01-1934, p. 2.