Rubio, Juana Francisca

 

Madrid, 1911-2008

 

Pintora y cartelista española, durante la Guerra Civil española destacó como cartelista, por lo que tuvo que exiliarse a México.

 

Campamento de unión de muchachas, 1937. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Rubio, Juana Francisca

 

Juan Francisca Rubio nació en Madrid el 27 de diciembre de 1911. Se interesó por la ilustración gracias al trabajo de los cartelistas Federico Ribas, Rafael Penagos y Méndez Bringa. Se casó con el también ilustrador José Bardasano, con quien colaboraría profesionalmente en diversas ocasiones. Aunque ninguno de los dos era cartelista, ambos pusieron sus habilidades al servicio de la causa republicana durante la Guerra Civil. En la primavera de 1937, organizaron conjuntamente con otros artistas, La Gallofa, un taller de propaganda que se fue reubicando de ciudad durante la contienda al mismo tiempo que lo hacía el gobierno republicano. En el contexto de La Gallofa, Juana Francisca Rubio realizó hasta media decena de carteles por encargo, especialmente procedentes de las Juventudes Socialistas Unificadas, además de colaborar con ilustraciones en el diario ABC. En noviembre de 1936, ilustró una portada de dicho diario con la consigna “¡Mujeres! ¡En pie!”. Rubio y Bardasano crearon conjuntamente el cartel de la Conferencia de las Muchachas de Madrid, las cuales se celebraron en el Ateneo de Madrid el 8 y el 9 de mayo de 1937 con el fin de animar a las jóvenes madrileñas a incorporarse al mundo laboral y ofrecerles una educación.

Tras los bombardeos de Madrid, la pareja se trasladó a València, donde estaba ya instaurado el gobierno republicano, donde imprimió los carteles que realizó para el del campamento deportivo de la Unión de Muchachas: Campamento de Unión de Muchachas y Unión de Muchachas. Campamento Deportivo, ambos de ese mismo año 1937. También diseñó carteles en solitario para las Juventudes Socialistas Unificadas, como ¡Compañeras! Ocupad los puestos de los que se van a empuñar un fusil (1937). Las mujeres de los carteles de Rubio subvierten el modelo de feminidad decimonónico del ángel del hogar y se muestran poderosas y fuertes. Sus cuerpos plasman una agencia que se ve reflejada en actividades como lanzar una jabalina, subir una montaña o llevar pantalones.

En 1938, el matrimonio se trasladó a Barcelona —siguiendo al gobierno republicano—, donde elaboraron conjuntamente los carteles Nuestros brazos serán los vuestros y Tota la joventut per la campanya d’hivern: 10-25 novembre. Antes de que finalizara la contienda, tomó con su hija María Francisca Bardasano Rubio un tren hacia Francia. El tren fue bombardeado y tuvieron que huir a pie. Finalmente, consiguió partir, reunidas con José Bardasano —quien había sido apresado y llevado a un campo de concentración—, hacia México, donde vivirían un largo exilio. En México tendría a su segundo hijo y continuaría su labor como cartelista, aunque se dedicó también a la ilustración de cuentos infantiles y al diseño de moda, envoltorios de productos de estética y tarjetas postales. Regresó a España en 1961, donde permanecería hasta su fallecimiento en 2008. En 1964 se le otorgó la Cruz al Mérito de Sciences et Letres de Francia.

 

MAE, Clara Solbes Borja, mayo 2021

LOMBA SERRANO, Concha, Bajo el Eclipse. Pintoras en España, 1880-1939, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, colección Biblioteca de Historia del Arte, 2019.

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Peña Bardasano, Carolina. Bardasano en guerra, Madrid, Ministerio de Cultura, 2011.

Gaitan Salinas, Carmen. Las artistas del exilio republicano español. El refugio latinoamericano. Madrid, Cátedra, 2019.