Los primeros años de la vida de Concepción Gimeno de Flaquer, hija de Juan Gimeno y de María Francisca Gil, tienen lugar en Zaragoza y en un periódico zaragozano, El Trovador del Ebro, aparece su primer artículo en 1869. Un año más tarde, en 1870, se traslada a Madrid donde frecuenta los círculos intelectuales de la época mientras colabora con publicaciones como El Correo de la Moda, La Familia, La Ilustración Ibérica o El Mundo Ilustrado. En 1873, contando con tan solo veintitrés años, funda el periódico La Ilustración de la Mujer cuyas páginas se destinan a tratar aspectos relacionados con la educación femenina.

En 1879 contrae matrimonio con el periodista y empresario Francisco de Paula Flaquer. La pareja da noticia de las ciudades que visita en el ya citado El Mundo Ilustrado. Juntos se trasladan a México en 1883 donde Gimeno de Flaquer trabaja como redactora de Diario del Hogar, escribe en el semanario La Mujer y funda El Álbum de la Mujer, publicación en la que acomete la labor de dar voz a un número significativo de mujeres del ámbito de la cultura.

A su vuelta a España, en 1890, se encarga de El Álbum Ibero Americano, revista profusamente ilustrada que toma el relevo del semanario El Álbum de la Mujer que anteriormente había impulsado en México. Asimismo, publica artículos en medios como La Correspondencia de España o Pluma y Lápiz y dicta conferencias en Madrid en centros de prestigio como el Ateneo o durante los viajes que realiza a Argentina y a Paraguay.

De forma paralela al ejercicio de su carrera periodística, practica la ficción literaria y el ensayo. Entre sus obras de creación destacan Victorina o heroísmo del corazón (1873), El doctor alemán: novelas (1880) o Maura (1888). En el género ensayístico se inscriben libros como La mujer juzgada por una mujer (1882), Mujeres de la Revolución Francesa (1891), La mujer intelectual (1901) o El problema feminista (1903).

La situación de las mujeres en su época es el tema central del trabajo de Gimeno de Flaquer. Desde una aproximación que suele ser calificada de moderada, se preocupa particularmente por su formación y por su participación en la sociedad. En sus escritos estudia mujeres importantes en la historia y dedica reflexiones a la mujer en el ámbito cultural. En este contexto, tal como ha reflejado África Cabanillas Casafranca (2019), destina pasajes al papel de la mujer en las artes plásticas, disciplina en la que, en opinión de Gimeno de Flaquer, debe tener protagonismo. La autora menciona a diferentes pintoras y escultoras europeas de distintos períodos como Artemisia Gentileschi o Rosa Bonheur para defender sus aportaciones estéticas y establece una relación entre la condición de su género y sus capacidades creativas.

Crítica con cómo el ecosistema del arte trata a las mujeres, su figura, tomando prestado el título del relato corto que publica en El Cuento Semanal, puede ser calificada de Una Eva moderna (1909). Fallece en Argentina en 1919.

MAE, Irene García Chacón, octubre 2024. DOI: 10.26754/mae1803_1945