Figuera Martínez y Güertero, Concepción (Luis Lármig)

 

Madrid, ca. 1860 – 1926


Pintora, participó en las exposiciones nacionales de Bellas Artes de 1884 y 1908. Era hija del madrileño Fermín Figuera y Sánchez Toscano y de María de la Concepción Martínez y Güertero, hermana del político, periodista y poeta Luis Martínez Güertero.

Estudio del natural, 1887. Museo del Prado, Madrid 

Figuera Martínez y Güertero, Concepción

 

Autoras como Parker y Pollock han tratado en sus escritos cómo las mujeres artistas han formado parte de la otredad historiográfica; una concepción negativa sobre la que se sustenta el privilegio masculino. Concepción Figuera Martínez y Güertero forma parte de este amplio número de mujeres cuyos trabajos se insertan en los márgenes de la Historia del Arte, motivando que sus biografías sean desconocidas y sus trabajos invisibles.

De Figuera Martínez y Güertero se conoce poca información y escasa obra. Nació en torno al año 1860 en Madrid y procedía de un matrimonio ligado a la nobleza. Era hija del madrileño Fermín Figuera y Sánchez Toscano y de María de la Concepción Martínez y Güertero, hermana del político, periodista y poeta Luis Martínez Güertero. Concepción Figuera aprendió piano e, incluso, ofreció conciertos de carácter privado en contextos reservados a la alta sociedad madrileña, como la fiesta celebrada en 1867 en la casa de la familia Villaurrutia. Sus dotes pictóricas las aprendió en la Academia de Bellas Artes, donde fue discípula del pintor y acuarelista Alejandro Ferrant y Fischermans y de Francisco Sans Cabot, quien ejerció como director del Museo Nacional del Prado entre 1873 y 1881. Además, fue discípula del pintor Alejo Vera y Estaca, representante de la pintura naturalista, romántica e histórica en el panorama español.

Un detalle a tener en cuenta fue el empleo del pseudónimo Luis Lármig para firmar sus obras, utilizado por su tío mencionado anteriormente, Luis Martínez Güertero. Concepción Figuera aparece registrada entre las copistas autorizadas del Museo Nacional del Prado y participó en las exposiciones nacionales. Un buen ejemplo es su participación en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1878 con la obra Una señora leyendo en su gabinete. También participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887 con un Estudio del natural, pintura que pertenece a la colección del Museo Nacional del Prado y que le valió la tercera medalla y la adquisición por parte del Estado. Un óleo alabado por la prensa -la cual desconocía la verdadera autoría, ya que fue identificada por Fernando Alcolea en 2013- por los elevados conocimientos que revelaba de la escuela española del Siglo de Oro. Una imagen de corte teatral en la que aparece representada una mujer contemplando a través de un cortinaje.

En 1880 realizó una ofrenda a la infanta Isabel de un abanico pintado con motivo de su onomástica. También participó en otras salas expositivas, como la Hernández de Madrid, donde expuso en 1881 dos platos pintados. En 1884 formó parte de la Exposición Literario-Artística de Madrid con Zoraya y En el jardín. Ese mismo año expuso en la Exposición Nacional con Retrato de la infanta doña Eulalia, Una mora y Retrato de la marquesa de Nájera.

En 1896 colabora en la Exposición de Pintura Española de Estocolmo con la pintura Un estudiante, adquirido por un coleccionista por 1.000 pesetas, y en 1897 de nuevo en la Exposición Nacional de Bellas Artes, en la que expuso los cuadros Meditación, Mater Dolorosa y Retrato del R. Padre Lerchundi, adquirido este último por la reina de España y obteniendo en la mención honorífica. Un año después, en 1898, intervino con dos cuadros en la exposición de arte español que tuvo lugar en la Academia de Bellas Artes de México. Tras un retiro temporal en Tánger antes de la llegada del nuevo siglo, volvió a exponer en España en 1905 con un retrato titulado La princesa de Asturias, encargado por la infanta Isabel con el objetivo de ser destinado al hotel de la calle Quintana. Su faceta retratística continuó durante el siglo XX, realizando retratos como Laura Pardo, Manuel de Villena y Manuel Lozano.

Un corpus pictórico numeroso que evidencia su fiel compromiso a las artes plásticas. Además, Concepción Figuera ejerció como presidenta de la Protección al Trabajo de la Mujer y del Instituto de Cultura Femenina, extendiendo su compromiso a cuestiones de carácter social. El 14 de julio de 1926 falleció en su ciudad natal, dejando un legado de gran importancia histórico-artística que ha debido reescribirse debido a su interés por ocultar la verdadera identidad en sus obras con el fin de desviar la valoración y los prejuicios por parte de la crítica por su condición femenina.

 

MAE, Javier Martínez Fernández, mayo 2021.

Retrato de S. A. R. la Serma. Sra. Infanta Doña Eulalia. 1884. Pintura (145 x 83 cm). Paradero desconocido.

Retrato de la marquesa de N. 1884. Pintura (64 x 49 cm). Paradero desconocido.

Mora. 1884. Pintura (123 x 77 cm). Paradero desconocido.

Retrato del Excelentísimo Sr. Conde de V. M. 1908. Pintura (76 x 60 cm). Paradero desconocido.

Cabeza de estudio. 1908. Pintura (54 x 34 cm). Paradero desconocido.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1884.

Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1908.

Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884, p. 47.

Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1908, p. 22.